CAPITULO 54.

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***Horas antes***

Abría los ojos con molestia sin poder creer que había dormido menos horas que la noche anterior, se duchaba con las pocas energías que tenía recordando que el miércoles durmió solo 4 horas, el jueves 3 y ese día solo 2. Guardaba un poco de ropa en un pequeño bolsón ya que no pasaría otra noche más intentando dormir en esa casa. Bajaba las escaleras a paso lento sin poder contener los bostezos que se apoderaban de ella.

-Tú- decía señalando a su hermana quien parecía demasiado perdida en sus pensamientos - ¡Idiota! -

-Buenos días para ti también Hannah ¿Dormiste bien? - preguntaba como si no hubiese hecho nada.

- ¡Hija de puta! ¿Cómo puedes preguntarme eso cuando se la han pasado cogiendo como enfermas toda la semana? ¿Qué te pasa Helena? ¡Tu mujer esta embarazada! ¡¿Pretendes sacarle a la criatura?!-

-Jajajajajaja que humor más mierda te cargas hermanita- la veía encogerse de hombros mientras se acercaba a ella - ¿Tan mal has dormido? -

- ¡No he dormido una mierda! ¡¿Cómo pueden aguantar tanto?! ¡Comienzan a las 10 y terminan a las 4 de la mañana! ¡¿Qué les sucede?!-

-Buenos días- se giraba para enfocar a su cuñada quien se veía fresca, relajada y muy radiante -Hola cuñada- saludaba como si nada -Hola mi vida-

-Hola hermosa- cerraba los ojos con molestia al ver como se saludaban, cualquier podría jurar que llevaban años sin verse porque la rubia no hacía más que devorar la boca de su estúpida hermana.

- ¡Ya basta! - gritaba provocando que se separaran de golpe.

-Vaya... Nuestra pequeña Hannah se levanto con un humor de mierda- soltaba Aida como si nada - ¿Qué sucede? ¿Quieres que te prepare algo de comer? - sentía la caricia sobre sus hombros y sintiéndose como una idiota al ver la hermosa sonrisa en el rostro de su cuñada, era imposible enojarse con ella -Puedo preparar algo antes de irnos a casa de Vanessa-

-Bueno...- decía derrotada.

- ¿Y ese bolso? - preguntaba Helena detrás de ella.

-Ni piensen que seguiré intentando "dormir" en esta puta casa- soltaba sentándose en el desayunador.

- ¿Y eso por qué? ¿No te gusta tu nueva habitación? ¿El color verde no te parece? Puedo decirles a los muchachos que lo arreglen-

-Mi amor- escuchaba a Helena -Nuestros gritos son la razón por la que mi estúpida hermana no puede dormir-

-Que...- alzaba la vista enfocando el rostro sonrojado de Aida - ¿Se... ¿Se escuchan? -

- ¡Se escuchan! - gritaba frustrada - ¡Ayer hasta supe quien puso en cuatro a quien! -

-Madre mía- Aida soltaba la caja de cereal mientras se cubría el rostro avergonzada - ¡Helena Bandek! -

- ¡¿Yo que hice?!- preguntaba su hermana confundida.

- ¡Esto es tu culpa porque nunca puedes controlarte! - reía divertida al ver como Aida golpeaba su brazo varias veces - ¡Siempre te pido que te controles y nunca lo haces! -

- ¡¿Y es mi culpa ahora que tu grites como si no hay mañana?! ¡Tu eres la que debe controlarse! - gritaba Helena intentando cubrirse.

-Oh por Dios Hannah... Que vergüenza de verdad pensamos, bueno pensé que no se escuchaba tanto... Perdónanos, no era nuestra intención incomodarte de esa forma...- susurraba Aida y podía sentir lo avergonzada que se veía.

-Esas cosas fácilmente se pueden evitar si dejamos de castigar a Helenita Bandek con prohibiciones de ese tipo- agregaba su hermana provocando que el ambiente se volviera más tenso- ¿Qué? No me vean así-

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