Six Lions 👑 G-Idle

Capítulo 87

Minnie

Tuvo que anudarse los cordones de las botas tres veces, el sueño que le hacía entrecerrar los ojos era el culpable de su torpeza y con un gran bostezo abandonó su habitación. En el mismo pasillo dormía Shuhua y más allá, la princesa seguramente seguiría envuelta en mantas calientitas. Ellas se quedaron hablando gran parte de la madrugada y Minnie decidió dejarla dormir por un rato, así que regresó a su habitación para descansar por un par de horas, aunque eso no era suficiente. Ningún mortal funcionaría debidamente con tanto sueño encima, era imposible.

―Buenos días colega, ¿dormiste algo? ―Yuqi la saludó con un tono de voz ronco.

―Un poco, pero sigo exhausta. Pensé que tú no despertarías hasta entre dos días, considerando el reto que ganaste anoche y todo eso ―Minnie sonrió inocente, su amiga la castaña de mal genio la ignoró. Era descortés por las mañanas.

―Tenía demasiada hambre, Soyeon se despertó hace un rato y fue a practicar con su arco al jardín ―Yuqi se encogió de hombros―. Ganó el juicio, eso le da más energía de la que puedo manejar, si sabes que lo que me refiero...

― ¡Oh, cállate! ¡Ella es como mi hermana! ―Minnie se cubrió los oídos.

Yuqi carcajeó fuertemente tomando un trago de agua de un termo de vidrio, lo que sin duda le dio un aire super extraño a la mañana. En los jardines la bruma se movilizaba lentamente entre los setos congelados y las aves empezaban a cantar sus cortesías diarias. El mundo funcionaba mejor cuando caminaban con la certeza de que aquel castillo le pertenecía a la reina, aquello era primordial para su estabilidad mental. Minnie sonrió coqueta, porque recientemente tenía certeza de muchas cosas en su vida.

―La princesa y yo hablamos anoche, creo que ella quiere que...

Minnie se quedó sin palabras, sus pies pesaban al caminar y a diferencia de ella, Yuqi sacó a Tytus de su funda, porque incluso cuando era súper temprano en la mañana, la teniente andaba armada por el castillo usando pijamas gruesos y botas acolchadas. Adelante en el suelo de piedra, la sangre brillaba ante los rayos del amanecer y Minnie se llevó el dorso de la mano hacia los labios, de repente sentía nauseas.

―Oh, por todos los dioses, esos... ¿Son tus chicos? ―Yuqi preguntó, Minnie reprimió un grito. Frente a las puertas de la habitación de Soojin había cuatro cuerpos, uno de ellos respiraba forzadamente y los demás ya estaban muertos. La sangre se esparcía en una enorme posa roja en las baldosas, Minnie no entendía qué estaba pasando.

―Oh no, apenas si me sabía sus nombres...eran mi responsabilidad, yo...

―Ahora nunca los olvidarás ―la castaña le dio una mirada indicándole que debía hacer una revisión del perímetro y después se inclinó para sostenerle la mano al soldado que agonizaba. Minnie quería sentarse con la espalda recostada en la pared para llorar por el resto del día, aquello era una pesadilla de la que le urgía despertar. Eso se decía mientras escuchaba a Yuqi decirle plegarias al soldado en un tono tranquilizador, el joven chico que días atrás la seguía como un inexperto guarda ahora se estremecía al desangrarse.

Al parecer William Hatt no había estado mintiendo, todos asumieron que repetía la misma historia para llamar la atención durante el juicio, pero ahora era más que claro que estaban siendo atacados. Como idiotas le ignoraron, como idiotas morirían. ¿O no?

La morena tomó una honda respiración al pasar sobre los cuerpos de sus tres soldados muertos, recién les estaba enseñando cómo hacer aquel trabajo en el castillo y ahora los veía con la mirada fija en la nada afuera del cuarto de la reina de Muhan. Con sumo cuidado Minnie aceptó la navaja corta que Yuqi le dio y se internó en el cuarto que claramente había sido revisado con violencia. Las mantas de la cama estaban el suelo, la ropa dejaba un camino hasta el cuarto de baño y botellas de licor explicaban que Soojin había llevado la fiesta a sus aposentos la noche anterior. Pero no había nadie ahí, lo que podía ser bueno o realmente malo. No sabría decirlo.