Capítulo 60

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Shuhua

Una mujer alta, de tes oscura y de rostro perfilado se acercó a ellos con un caminar demasiado seductor para ser apropiado, la joven era maravillosamente bella y lo sabía, era el tipo de mujer que se lucía a sí misma como una obra de arte andante llena de confianza y mucha inteligencia. En sus manos, además de portar joyas extrañas, la mujer traía una carta que dirigió hacia la mano derecha de la reina. Shuhua recibió un sobre negro con un sello de cera roja, al instante lo abrió para leer el mensaje de la Red-Won.

"Siga a la dama, sin guardas. Si algo sale mal, será su culpa... Red-Won"

Shuhua se puso de pie en ese momento y sus acompañantes igualaron el gesto, Ritchie incluido. La mujer observó el rostro de Shuhua por unos segundos y después sonrió de la manera más maravillosa. En silencio, siguieron a la chica de piel achocolatada y se adentraron en un pasillo elegante con fantásticos candelabros incrustados en las paredes cubiertas de tela de lino negro, era el lugar más fascinante que jamás hubiese visitado y Shuhua entró en su personaje al instante.

Caminaron durante un buen rato, el pasillo en ocasiones se abría en salas donde las personas se congregaban para juegos de mesa, a fumar o solo a admirar esculturas que Shuhua podría jurar que se movían, lo interesante era que el pasillo negro siempre se volvía formar para adentrarse más y más en el edificio. Shuhua empezaba a preguntarse si había un camino más corto para llegar con la dama, tal vez aquel pasillo era para distraer a los visitantes y perderlos en el lugar que entre más se adentraba, más complejo parecía.

La dama que les estaba guiando se detuvo de pronto y se giró a la derecha, detrás de una pesada cortina había unos escalones de piedra oscura, también iluminados por candelabros con velas parpadeantes.

―Oh, ¿Ya llegamos? ―Shuhua quiso saber, pero la mujer le sonrió llamativa sin despegar sus labios gruesos y perfectos―. Pues muchas gracias.

Shuhua empezó a descender los escalones con sus compañeros siguiéndola de cerca, todo aquello resultaba demasiado misterioso, más teatral de lo que debía ser y la mano derecha de la reina se encontró a sí misma encantada por el proceso, la dama Red-Won tenía un estilo elegante para jugar con las mentes de sus clientes, era intrigante.

Al final de las escaleras se encontraron con un espacio abierto, en las paredes se veían barriles y finas botellas de lo que Shuhua supuso que era licor de todo tipo. Yuqi hubiese estado realmente encantada con aquella variedad, que bueno que no la habían llevado, se habría distraído muchísimo.

―Mi señora ―Ritchie se adelantó usando su voz aduladora y se inclinó ante la mujer detrás del escritorio a un lado de la sala, el otro espacio tenía una preciosa mesa con dragones tallados en la finísima madera. Aquella dama amaba el poder, todo lo que la rodeaba aparentaba ser maravillosamente caro, Shuhua quiso reírse, pero se contuvo.

―Señor Morton, que agradable verlo de nuevo ―dijo la mujer, el comerciante fraudulento le besó el dorso de la mano y después se giró hacia ella, Shuhua quiso sonreír, pero no pudo. Delante de ella se encontraba una de las mujeres más bellas de Hwangpye, Shuhua estaba casi segura de que aquel pensamiento era exacto.

―Esta es Shuhua, la mano derecha de la reina ―Ritchie se hizo a un lado para que las dos mujeres se observaran cara a cara. Shuhua se olvidó de sus dos compañeras mientras era analizada por la dama que se vestía de rojo oscuro, el vestido se ajustaba a cada curva de su cuerpo perfectamente, era excesivo y al mismo tiempo maravilloso. La mano de la dama se extendió hacia ella y Shuhua la aceptó algo titubeante.

―Es usted muy bonita, muy joven para tan alto puesto ―la dama ladeó la cabeza, los largos rizos rojos cayendo sobre su hombro―. Debe ser muy ingeniosa, para ser la mano derecha de nuestra extraordinaria reina.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora