Capitulo 65

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Minnie

Los labios de la princesa habían perdido color y unos mechones sueltos le rozaban las mejillas pálidas cada vez que el viento las rondaba con frías intensiones. Minnie desvió la mirada cuando Miyeon se giró hacia ella, dándose cuenta que estaba siendo observada. Ellas no habían hablado desde que salieron del castillo, sabía que Miyeon estaba nerviosa por lo que estaba pasando, pero por encima de ese temor, estaba la información que Soyeon le había dado recientemente. Al principio Minnie creyó que decirle a la princesa sobre sus padres antes del juicio de Joan fue algo cruel, pero en realidad esos datos mantenían a Miyeon enfocada en algo más. De ese modo se veía seria, imperdurable sin importar cuantas veces la golpeara el viento, la princesa aparentaba estar furiosa y eso era bueno. Si ella se dejaba ver afectada, la criticarían y la verían como una víctima teatral, así funcionaban la sociedad en Hwangpye.

―Criminal K0810, Joan Oak, fundador de la banda criminar Los Oaks ―el jefe de las cárceles gritó con fuerza, el gentío guardó silencio―. Acusado de 20 asesinatos, incontables asaltos en rutas principales, venta ilegal de narcóticos y armas de diversos tipos, 12 secuestros y faltas a la moral.

Los juicios rara vez se convertían en eventos sociales, pero aquel era diferente. La banda de los Oaks había hecho suficientes fechorías como para ser famosa, eran realmente despreciables y los afectados de aquellos actos ahora se reunían bajo la llovizna viendo como sacaban cada miembro de los carromatos carcelarios y los presentaban con una lista de crímenes a juzgar. Después tiraban de ellos de la cadena conectada a los grilletes, llevándolos a un escenario de tablones viejos que se alzaba sobre la multitud. Joan Oak se acomodó en la fila, junto a él, el resto de sus colaboradores se mantenían callados. Todos ellos habían perdido esplendor amenazador con los malos tratos de los guardias. A nadie le importaba, los pobladores de la ciudadela los querían muertos, por todo el reino se había estado hablando de aquel día tan deseado.

―La reina Soyeon lo condena a... ―el jefe de las cárceles era un hombre mayor, de porte elegante con un historial impecable, rara vez se impresionaba con algo, pero al leer la condena de Joan Oak el hombre abrió los ojos alarmado y después se giró para buscar la mirada de Soyeon. La reina estaba viendo todo desde una silla elegante, en la terraza del único edificio en aquel amplio espacio a medio kilómetro del castillo, se accedía a ese lugar cruzando el bosque y se subía una ligera colina, en la cima, un enorme espacio abierto estaba ahí esperando condenas y muertes. Ellas estaban en el segundo piso del edificio para uso militar, tan cómodas como podía en aquella tarde invernal.

―La condena es exacta, señor Nyung ―Soyeon habló con fuerza para ser escuchada sobre los murmullos de la gente que estaba en medio de la plaza y el jefe asintió con la cabeza, parecía reacio a hacer su trabajo.

―Su majestad, ¿quiere que baje? ―Mason preguntó suavemente, la reina aprobó su iniciativa y su amigo de ojos miel bajó los escalones corriendo. Ellas lo vieron moverse entre la gente hasta llegar al enorme escenario de madera a varios metros del edificio, en un lado de aquella tarima sucia y vieja, había una arcaica guillotina y del otro, seis postes con sogas para colgar personas, en el medio, los reclusos esperaban temerosos. Minnie sabía que no serían perdonados, eso era seguro.

― ¿Qué es lo que ocurre? ―Soojin le preguntó a la reina que tenía al lado, ellas compartían tronos en aquella tarde lluviosa, la gente las admiraba disimuladamente desde abajo. Incluso los guardias parecían intrigados por aquel gesto de poder.

―Solo algo que Shuhua sugirió esta mañana, te gustará ―Soyeon respondió.

Los cortesanos, comerciantes, campesinos y demás personas, se giraban de un lado a otro con la mirada alzada. De un lado estaba la tarima con las almas condenadas a un futuro realmente malo, del otro un edificio con terraza desde donde una reina les observaba maliciosa. Junto a Soyeon, la reina de Muhan se veía inalcanzable, tan majestuosa que era muy claro que ella no pertenecía ahí. Al otro lado de Soojin, la princesa aparentaba estar aburrida y detrás de ellas, los guardas especiales montaban guardia. Minnie vio a sus lados, Mark y Presley mantenían una pose elegante y peligrosa, eran realmente impresionantes cuando se les daban tareas importantes.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora