Capítulo 86

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Encuentro de generales.

Parte 2.

Mark Hyun.

Después de la celebración...

― ¡Idiotas! ¡Descuidados! ¡Inútiles!... ―iba a gritarles algo más, pero uno de ellos hundió el rostro en una cubeta de madera para vomitar. Su decepción era perceptible y si pudiera les daría una golpiza para educarlos. Sus soldados negros, los 24 soldados entrenados para ser despiadados y letales, estaban enfermos. La noche anterior el castillo se dejó llevar por una gran fiesta de celebración, las reinas habían ganado, un nuevo concejo se estableció y los soldados negros aceptaron el reto de la teniente Yuqi y la general Bonaudi. Ambas mujeres dejaron de ser profesionales cuando los sirvientes trajeron el licor fuerte a la fiesta y lo mismo pasó con los idiotas de uniforme negro que creyeron superar a las dos damas en la tolerancia del licor.

―Ellas hicieron trampa, es imposible que una chica tan baja pueda tomar tanto...

―Mejor cállate y vuelve a dormir ―Mark le pateó la pierna al soldado rubio que había suplicado a la reina Soojin para que le dejaran viajar a tierra, ahora que estaba acostado viendo el techo con un ojo cerrado y otro abierto, Mark deseaba poderlo desaparecer de regreso a los buques en alta mar.

―Iré a ver a la reina, le contaré lo desagradables que son sus supuestos soldados especiales y regresaré en un par de horas ―agregó y después fue a la puerta―. ¡Mas vale que estén vestidos con uniformes limpios cuando regrese!

El pasillo era silencioso cuando el general salió de los cuartos que les asignaron al llegar, todos los soldados negros compartían una sala común y ahí fue donde ellos amanecieron porque la noche anterior estuvieron tan ebrios que llegar a las camas fue algo demasiado complejo. Los pondría a montar guardia en el frío hasta el día en que Soojin decidiera que se irían, cada mañana en aquel lugar congelado Mark se aferraba a la idea de que regresarían a Muhan en algún momento. Eso lo mantenía cuerdo.

―Buenos días ―Presley bostezó mientras hablaba, Mark le observó sin ninguna expresión en su rostro―. Fue una fiesta salvaje, tu reina besó a mi dama frente a todos.

―También lo vi, te aconsejo no decir nada ―el general le dijo sin ganas. Aquel tema los ponía en posiciones similares de las que Mark no deseaba hablar. Presley había fallado al cortejar a la dama de largo cabello negro, él ni siquiera se había planteado aceptar que su adoración por Soojin era algo más que lealtad de súbdito. Pero el general Presley decidió hacerlo parte de un club de dos generales no correspondidos, porque era así de odioso.

―Al menos ellas se divirtieron, yo tuve que estar atento toda la noche porque a Yuqi se le olvidó que estaba a cargo de toda la milicia en el castillo ―Presley bostezó de nuevo. Ahora estaban cerca de la mesa del desayuno, ambos se sirvieron café caliente en tazas grandes que los debería espabilar en los próximos minutos.

―Aquella responsabilidad se le dio mientras el juicio durara, ayer ganaron así que ella regresó a su puesto ―Mark le explicó, Presley puso un rostro de aburrimiento puro.

―Tus soldados intentaron derrotar a Yuqi, ¿cierto?

―Ella y Bonaudi los retaron a un concurso de bebida.

―Y perdieron, obviamente ―Presley sonrió encantado, cuando se encontró con su mirada dejó de verse tan feliz. A Mark le molestaba mucho que sus soldados hubiesen caído en aquel juego fachoso e ilógico, ¿acaso no veían que la teniente pasaba su vida rodeada de licor? ¿Qué los hizo pensar que podían vencerla? ¿No se suponía que eran inteligentes?

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora