Capítulo 72

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Yuqi

―Ella no vendrá, la princesa no quiere ver esto ―les dijo a las reinas cuando subió los últimos escalones de la terraza expuesta. Abajo en la plaza un enorme conjunto de espectadores se reunía medio temblando por la continua nevada que les caía encima de modo silencioso y arrullador. Más allá de ellos, en la plataforma de madera, estaban los padres biológicos de Miyeon esperando escuchar su condena. Se veían asustados, como lo estaría cualquier mortal, pero además de eso retaban a la multitud con sus miradas amenazantes. Se veían como feroces animales ante al filo de una navaja.

―Entonces debería regresar al castillo, ella no debería estar sola...

―Minnie se ha quedado con ella, su majestad, estaban tomando té con vodka cuando salí del castillo―Yuqi le dio una ligera inclinación a la reina Soojin y esta decidió reacomodarse en su silla para ver a Shuhua caminando dignamente hasta la plataforma donde guardas carcelarios la esperaban. Soyeon suspiró sin ganas de estar ahí, se veía tan aburrida que todo el ambiente se sentía insignificante, como si aquel evento no fuese importante para la historia del reino de Hwangpye. Pero lo era, dos criminales de guerra estaban por caer ante el peso de la muerte por sus graves delitos. El viaje de la princesa Miyeon les había dado el método correcto para detener aquellos criminales, empezaron con toda la banda de los Oaks, ahora irían con dos líderes de una religión perversa que se negaba a desaparecer. Yuqi estaba segura que vendrían más y más arrestos, la lista de seguidores de la fe de los puros era extensa, riesgosa y anhelaba poder ir tachando nombres con el paso de los meses.

― ¿La chica pidió decir la condena? ―murmuró inclinándose hacia su reina, Soyeon sonrió hacia ella de modo cautivador.

―Shuhua es así de vengativa ―dijo la reina rubia, la teniente asintió.

―Se ha vuelto un poco malvada ―Yuqi habló bajito, las reinas negaron sonrientes.

Abajo ante todos los curiosos y expectantes, Shuhua abrió el sobre sellado con el emblema de la reina y sonrió viendo de reojo a la mujer pelirroja que tenía las manos esposadas. La dama Red-Won llevaba el cabello revuelto en una maraña roja, tenía el labio inferior partido y se veía como una dama enloquecida que no comprendía nada, parecía negarse a su nueva realidad a unos metros de sus padres. Yuqi presentía que a Shuhua aquella apariencia derrotada no la impresionaba, la vida era un constante juego donde las piezas poderosas pueden caerse en el suelo con fuerza. Red-Won era una de esas piezas humilladas, la partida final la ganaba la señorita de rostro pálido y largo cabello negro.

―Gracias por venir, este día la reina Soyeon, leona de Hwangpye...―. Shuhua hizo una pausa para sonreírle a la mujer rubia en la elegante silla, la reina le dio una inclinación enseñando la corona de oro y rubíes―. Condena a los criminales Twain a la muerte.

Las personas que subían hasta aquella colina congelada sabían que era muy probable ver una ejecución, para eso iba hasta los terrenos del castillo, para eso eran revisados por guardas rojos, para eso perdían horas laborales, para eso estaban ahí. A pesar de ese dato tan claro, ellos dejaron escapar una oleada de sonidos impresionados ante la implacable mano derecha de la reina les dio la condena sin rodeos, sin consideraciones sociales de ningún tipo.

―Si bien ya conocemos la lista de crímenes, estoy obligada a recalcarlos ―dijo Shuhua a los visitantes de la ciudadela, algunos de ellos rieron por lo bajo, el ambiente frío los hacía actuar de modo extraño―. Nacidos en las islas Audriul, vivieron en Muhan en los años de guerra y después huyeron hasta nuestro reino. Además de eso, se les acusa de constantes persecuciones hechas bajo el fundamento de la absurda fe de los puros. Han estado viviendo en la ciudadela bajo distintos seudónimos, pero sus nombres reales son David y Vivian Seung. En adición de ser culpables de robo a mano armada, falsificaciones de documentos para proteger a otros criminales en tiempos de guerra, tráfico de narcóticos, armas y personas, persecución y acoso, son culpables de la muerte de diez personas. Nuestra historia se tiñe de pena y recordarlo es muy doloroso, pero todos sabemos a lo que me refiero, hablo de ese incidente cuando encerraron a niños y maestros en una escuela humilde en una de los barrios más pobres de la ciudadela y la incendiaron. Ese crimen en particular nos dejó con años de desolación, hoy podremos darles justicia a las familias de esas victimas inocentes. Lo único que hicieron fue reconocer a Vivian y David después de un asalto en el barrio, los asesinos los quemaron vivos para preservar su anonimato. Para cuidar sus identidades como líderes de una organización que atormenta a muchas personas usando una religión de escusa, para poder seguir haciendo daño al reino y a sus habitantes.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora