Capítulo 9

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SOYEON

Todos los asientos de la mesa del gran salón estaban ocupados. Uno de los miembros del consejo estaba dándoles clase de historia, recordando cuando el reino de Hwangpye estuvo liderado por parejas fuertes que se dividían la carga del reino. La idea de una sola reina a ellos les preocupaba, era mucho trabajo y opinaban que ella era débil.

Mientras Soyeon veía el hombre de cabello gris caminando tras sus colegas en las muchas sillas, ella se preguntaba cuántos minutos tardaría aquel anciano muriendo en la horca, imaginaba sus piernas sacudiéndose mientras colgaba con una soga alrededor del cuello. La imagen era inapropiada e improbable, pero no podía evitarlo.

―Otro asunto que nuestra reina debe considerar es la procreación, es fundamental que el linaje sea preservado, el reino necesitaba esa confianza, esa fortaleza ―dijo el anciano hipócrita, que había sido abandonado por su esposa e hijos años atrás.

―Muchos reinos han sido heredados a personas fuera de la línea de sangre de la realeza ―le dijo Soyeon, mientras sus largas uñas golpeaban la mesa en un ritmo perezoso―. Mi bisabuelo heredó el trono, aunque todos aquí sabemos que era hijo ilegitimo, criado en un local de herrería y por apresurada que fuese aquella decisión, mi bisabuelo fue un magnífico rey, ¿o acaso piensan lo contrario?

La reina puso toda la malicia que tenía en aquella declaración. Lo que llevó de nuevo al consejo a reconsiderar aquella reunión. Ella no se casaría para satisfacer el deseo de control de aquellos ancianos que no tenían otra cosa qué hacer, además de molestarla con historias aburridas de su propio linaje.

―Mi señora, me permito recordarle que su bisabuelo fue un hombre casado, procurando dejarle al reino una descendencia muy capaz que...

―Una descendencia que llega hasta mí ―le cortó ella―Una descendencia que inició con una maravillosa mujer que quería ser madre, ese mi señor, no es el caso aquí. Yo no quiero ser madre, no ahora y probablemente nunca.

Los presentes guardaron silencio en ese instante. Ella había sacado el conejo de la bolsa y ahora tenía que explicarles el acto de magia. Tan aburrida como se sentía, Soyeon se puso de pie para caminar a la silla vacía del hombre que la observaba con mirada dolida. El señor del consejo regresó a su sitio siguiendo la orden silenciosa de la reina, ella tomó aquello como un pequeño éxito. Después siguió andando, jalando con ella las faldas de su vestido rojo oscuro y las miradas de todos.

―Este reino me fue dejado hace cinco años, cuando mi madre decidió abandonar el puesto para cuidar de su salud ―les recordó― a pesar de mi corta edad, ella confió en mí para que fuese su sucesora, obviamente es una viuda que extraña mucho a su difunto esposo, pero ella no fue la reina elegida por el pueblo. La única pelea que mi padre luchó fue para que una doncella humilde se sentara a su lado en el trono y luego esa doncella ganó una guerra sangrienta. Mi padre no tuvo nada que ver con aquellas largas batallas, porque no tuvo interés alguno en salvar a su pueblo, en cambio ella caminó por los lodosos campos de batalla salvando soldados heridos. Lastimosamente no tuvo más hijos, soy la única heredera de la reina más feroz de los últimos cien años.

―Entendemos eso su majestad, pero las leyes...

―No, esto no es acerca de las leyes ―Soyeon abandonó su semblante tranquilo―. Esto es porque ven en mí el mismo fuego indomable que vieron en ella, saben que aún después de la muerte de un rey cobarde como mi padre, ustedes no lograron tumbar una reina como mi madre y ahora saben que la historia se repite.

Ella llegó de nuevo al trono dorado, con incrustaciones brillantes que se iban convirtiendo en cristales rojos al bajar por los soportes del mueble, que se veían como las patas delanteras de un león y en las garras de estas destacaban unas aves aplastadas pintadas en rojo brillante. El trono contaba la historia de su madre, la leona de Hwangpye, la líder de la devastación roja que terminó las guerras y trajo tiempos de calma.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora