Six Lions 👑 G-Idle

Capítulo 76

Shuhua

La reina estaba acomodándose los anillos mientras una de las doncellas le colocaba una gruesa capa blanca sobre los hombros, en aquel momento Soyeon se veía como la reina que ella idolatraba, pero algo en los ojos de la rubia le causaba nerviosismo.

―Deja de verme así, sé lo que hago.

― ¿De verdad? ¿Estás completamente segura que ganarás esto? ―Shuhua preguntó notando que la reina de Hwangpye la veía enojada, la dama se disculpó apenada y se puso firme cuando la reina Soojin entró usando una gruesa capa negra, incluso su vestido era oscuro y se veía preciosa de aquel modo. Aunque Soojin siempre estaba preciosa.

―Déjanos solas por un momento, no tardaremos en salir ―la reina de cabello negro pidió viéndola sonriente y Shuhua se dirigió hacia la puerta sin perder más tiempo, de todos modos, no estaba invitada a nada de lo que ellas estuviesen por hacer en el juicio.

Afuera de los aposentos de la reina esperaban los escoltas, soldados en uniformes rojos y negros se hicieron a un lado para dejarla salir. Shuhua se sentía realmente molesta por no contar con todas las piezas, el tablero estaba listo y el juego empezaría en unos minutos, ella sabía que ganarían, pero aún no descubría cómo.

Desde los ventanales de aquel piso podía ver como la enorme plaza se iba llenando de personas, los carruajes dejaban invitados en la entrada y rodeaban el jardín para ir a las caballerizas. Una enorme parte del ejército rojo estaba en el castillo, cuidando cada entrada y salida del perímetro y todos ellos respondían ante la teniente Yuqi. Lo que era curioso.

―No recuerdo haber visto tantos soldados en el castillo ―dijo Minnie llegando a su lado, ambas se apoyaron en la repisa del ventanal y sonrieron viendo hacia abajo, como lo hacían cuando eran unas jovencitas impresionables al servicio de la reina.

―Todos vienen a cuidarla a ella, ¿Por qué el reino no se da cuenta?

―Porque no todos la aman como nosotros la amamos ―Minnie respondió solemne y al enderezarse le dejó un beso en el cabello. Ellas solían ser cariñosas cuando nadie estaba cerca, eran hermanas desde muy chicas y siempre lo serían, a Shuhua le hizo bien recordarlo. La relación de las dos jovencitas con la reina era muy cercana y muy amorosa, Soyeon podía parecer fría y malvada, pero en realidad era mucho más que eso. Shuhua estaba cansada de que la gente eligiera ignorar lo maravillosa que era su líder, a veces deseaba atacarlos a todos de maneras crueles y letales.

―Ve a ocupar tu espacio, no te dejes intimidar por nadie ―su amiga agregó con una sonrisa maliciosa, Shuhua tomó una honda respiración para seguidamente obedecer la indicación. La noche anterior no había dormido lo suficiente, un tema privado y precioso con un lunar bajo las pestañas del ojo izquierdo la mantuvo muy entretenida, así que ella no estaba de humor para contradecir las sugerencias que le daban desde que amaneció.

A paso lento, la dama de alta sociedad salió por las enormes puertas del castillo dorado y caminó a la carpa con los emblemas de la corona, ahí se encontró con generales y coroneles que nunca había visto, pero que la saludaron con sumo respeto.

Shuhua se acomodó en la silla a la derecha del trono de Soyeon y esperó con sus manos enguantadas dejadas sobre la falda de su vestido rojo oscuro, similar al uniforme de la guardia roja que los rodeaba sutilmente por todos lados. Ella se dedicó a pasear la mirada por el lugar, las carpas estaban llenas de personas que habían venido de todas partes para aquel juicio. No todos los días se le pedían explicaciones públicamente a una reina joven y despiadada, eso era lo que ellos creían que pasaría.

De las mismas puertas que ella usó minutos atrás, salieron las dos reinas con sus capas de piel y sus guardas, Soojin se veía notablemente aburrida y Soyeon tenía una calma impactante. Los presentes se pusieron en pie cuando Shuhua lo hizo, al parecer la copiaban porque no sabían bien qué hacer, de pronto ella quiso ponerse a hacer gestos raros solo para averiguar qué harían los espectadores.