Capítulo 93

282 65 65
                                    

Miyeon 

Los carruajes estaban acomodados frente al castillo, los soldados de Muhan montaban guardia y un grupo de soldados de la guardia roja esperaban en fila para poder despedirse de ellas. La princesa no estaba segura de cuántas despedidas más podría soportar, el invierno que perecía en la montaña tampoco ayudaba y se sentía entumecida en cada paso que daba. En el camino a las puertas principales, recibió pequeños regalos de los sirvientes, flores, pañuelos bordados, paquetitos con postres o hiervas para almacenar y Miyeon agradecía cada uno de aquellos dulces gestos. Pero estaba abrumada, jamás imaginó que irse sería tan difícil, sobre todo porque los habitantes del castillo dorado se veían muy tristes por tener que dejarlas ir.

A su lado, Soojin recibía obsequios y frases amables de despedida, pero Miyeon se dio cuenta que la calma que aparentaba en el rostro no llegaba a sus manos temblorosas. Una vez afuera, la princesa Miyeon se subió la capucha y respiró hondo, el frío debería calmar la tormenta de emociones que cargaba en su pecho, o eso fue lo que ella creyó.

―Reina Soyeon, Yuqi, Shuhua y mi bella Minnie ―Miyeon sonrió con un nudo en la garganta que la hizo sonar débil, pero no le importó―. Gracias por todo, las llevaré siempre en mi corazón. No habría sobrevivido sin ustedes, sin todos ustedes... yo, los adoro. También me disculpo por causarles tantas dificultades, me iré sabiendo que soy más fuerte gracias a todos ustedes y nunca los olvidaré.

La princesa parpadeó las lágrimas acumuladas en sus ojos para poder sonreírle a los soldados del grupo de la teniente, Malcom, Yulk, Zang, Dimas, Mason, Kimbal, Roger y Louis sonrieron de regreso, unos más afectados que otros. Aquellos soldados le habían salvado la vida y Miyeon reconoció que había hombres realmente honorables en el mundo, hombres que llenaban el corazón de cualquier persona con admiración, respeto y dicha. Ella nunca se permitiría olvidar aquellos rostros, fuertes e intimidantes viéndose tristes porque dejaría la comodidad del castillo dorado para volver a su hogar, donde se conocieron meses atrás, donde los recibió con ánimo. Ahora se preguntaba cómo la recibirían a ella, se cuestionaba si podía retomar su antigua vida en Muhan.

―Fue un honor princesa Miyeon ―Yuqi sostenía la mano de la reina Soyeon y tras ellas Shuhua se encontraba medio escondida llorando en silencio, Miyeon sabía que aquellas lágrimas no eran por ella y se sintió angustiada. Ahora sufrían por despedirse, pero al menos tuvieron momentos hermosos y la princesa se dio cuenta que escapar de su reino no fue tan malo. Habían reído mucho y disfrutaron de banquetes deliciosos, corrieron riesgos aterradores, quemaron un hotel, festejaron la victoria un juicio que jamás debió ocurrir en primer lugar y aprendieron que el amor viene en todas las formas, para ella se veía en el reflejo de su rostro en los preciosos ojos oscuros de Minnie. Su dulce soldado, la valiente exploradora se quedaría atrás viéndola marcharse.

―Ya no te metas en problemas, recuerda que eres mejor que tu procedencia y que eres fuerte ―Minnie murmuró, tras ella Shuhua se dio vuelta al tiempo que sus hombros le temblaban al llorar cada vez más fuerte―. Eres una princesa generosa, hermosa y muy lista, recuerda eso siempre.

Miyeon recogió una lágrima de la mejilla de Minnie, quién obviamente había estado llorando desde mucho antes. La princesa sonrió usando todas sus fuerzas internas y asintió con su cabeza para después acercarse a besar los labios de la soldado. Ellas se besaron por unos segundos que nunca serían suficientes, pero que significaron mucho.

―Sigue explorando hermosa Minnie ―Miyeon sollozó después de pronunciar el nombre de la hermosa mujer―. Espero verte de nuevo, algún día.

―Algún día, buen viaje su majestad ―Minnie la besó una vez más, ellas se mantuvieron la mirada sin dejar de darse caricias suaves hasta que la morena retrocedió un paso. Dejar ir la mano de Minnie tomó toda su fuerza de voluntad.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora