Capítulo 69

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Shuhua

Sus latidos nunca habían sido tan rápidos, si no estuviese tan preocupada deslizando sus manos por los costados de Soojin se preocuparía. Las manos de la reina estaban en sus caderas, sus dedos eran fríos y Shuhua sospechaba que era por el nerviosismo. Ellas no se habían preparado para lo que estaba pasando, pero sería una mentirosa si no admitiera que no se lo había imaginado en sus momentos de privacidad absoluta.

―Pensé en esto cuando estaba en la bañera ―Soojin jadeó echando la cabeza hacia atrás, dándole espacio para recorrer su garganta con suaves besos. En la piel de la reina de Muhan, la mano derecha del reino de Hwangpye sonrió fascinada.

―También lo he pensado, quiero probar cada parte de ti ―Shuhua no supo de donde venía aquella audacia, pero no se arrepentía de nada.

Alrededor de ellas todo estaba silencioso, afuera la lluvia empezaba a crecer como el ardor de sus dos cuerpos tan cercanos en la habitación. La reina usaba un delgadísimo camisón que con esfuerzo cubría las zonas necesarias, además de eso, usaba unas medias de encaje negro que subían hasta la mitad de sus piernas, Shuhua se sentía sofocada cuando la miraba. Por su parte, Soojin le había sacado los pantalones flojos y el enorme suéter, estaba usando sus bragas de lino y la camiseta de tirantes. A pesar del clima invernal y la escasez de ropa, ellas no tenían frío.

―Puedes hacerlo, tienes mi entera disposición ―la voz de Soojin sonaba tan sedosa que Shuhua se sintió atolondrada y lo único que logró responder fue un beso deseoso y tan precipitado que respirar se sentía como una terrible necesidad. Al separarse, le mordió el labio inferior y bajó los dedos lentamente por el cuerpo de la reina, Soojin cerró los ojos dejando una sonrisa perezosa en sus labios hinchados.

A pesar de los vendajes, las puntas de los dedos de Shuhua pasaron el monte de los pechos de la reina, rozaron sus pezones endurecidos y los bordearon suavemente, siguieron por su vientre plano y fueron a los bordes del camisón que subió por su cuerpo. Soojin elevó sus brazos, la prenda cayó al suelo y la boca de Shuhua terminó en uno de sus pechos.

―Por los viejos dioses... Shuhua me vengaré, debes saberlo ―las mejillas de la reina se pusieron rosas. Shuhua carcajeó y fue al otro pecho, chupó el pezón repetidamente, notando como Soojin arqueaba la espalda. Ellas estaban de pie en la habitación, sobre la alfombra y con la chimenea a un lado todavía ardiendo.

―Está bien por mí ―le dijo a la reina, la mujer sonrió perversa―. Ahora solo déjame realizar mis ideas, te gustarán.

Soojin tragó grueso mientras Shuhua la empujaba hacia la cama al fondo de la habitación, cuando las pantorrillas de la reina tocaron el borde de la cama ella quiso sentarse, pero Shuhua negó con la cabeza y la hizo girarse, de modo que se quedó tras de ella. Soojin obedeció, aunque parecía deseosa por llevarle la contraria, Shuhua supo que en aquellos temas ella no volvería a liderar en mucho tiempo, por eso quería hacerlo bien.

Sin zapatos sus alturas no eran tan diferentes, Shuhua le dejó un camino de besos cortos por el hombro, con una mano recogió el cabello de Soojin y con la otra acarició su monte de venus, pero los dedos de la reina la guiaron más abajo. Shuhua siguió la sugerencia y si era honesta consigo misma, lo que más deseaba era llegar ahí. Así que lo hizo y como resultado Soojin abrió sus piernas dándole más acceso.

―Entra a la cama, sin girarte ―Shuhua rozó sus labios en cuello de Soojin, no podía creer lo que le estaba diciendo a la reina de Muhan y tampoco pudo creerse que ella le hacía caso. Pero ahí estaba la preciosa mujer, gateando en la cama sin alejarse demasiado del borde. Shuhua respiró hondo, su aliento no lograba bajar por su garganta cada vez más seca y sin esperar más se acercó a la reina que estaba viéndola sobre su hombro como un animal salvaje que se rehusaba a ser domado.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora