Capítulo 16

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Minnie

Las olas altas de una tormenta en aumento hacían que el barco de velas en el que iban diera tumbos como un caballo salvaje. La cabeza de Minnie saltaba de adelante hacia atrás sin que ella pudiera evitarlo. Si el viaje de venida fue una experiencia complicada, el viaje de regreso probaría todas y cada una de sus habilidades de supervivencia. Frente a ella, Yuqi parecía disfrutar de los topes que el barco se daba contra las heladas aguas, pero Minnie sospechaba que aquella actitud era el efecto logrado por la botella vacía que rodaba por los tablones del subsuelo del barco.

Medio temblando de frío, Minnie aceptó un trozo de pan con crema de ajo y le dio una enorme mordida. El lugar olía húmedo y salado. El aroma de la comida no mejoraba nada, pero al menos le daba una distracción de los terribles sonidos que la tormenta les regalaba. Afuera además del mar aguerrido, se escuchaban truenos y ráfagas de viento que seguro zarandeaban las velas como si estuviesen hechas de papel. A Minnie le aterraba ser parte de una tripulación que se perdiera en el mar, la idea le generaba un profundo dolor de cabeza que le impedía pensar con claridad.

―Sé que huele mal, pero intenta respirar ―le dijo Dimas, su compañero, era un hombre de edad media muy amable y muy atento. Usualmente era quien le alcanzaba a Yuqi los documentos importantes en las reuniones, era un hombre inteligente que la comandante respetaba. Minnie le dio una sonrisa, Dimas solía decirle que ella le recordaba a una de sus hijas o al menos imaginaba que la pequeña niña se vería como la soldado cuando creciera, Minnie le deseaba a la niña una vida tranquila lejos de los barcos.

―Eso intento, pero respirar aquí es una tortura ―dijo Minnie con ganas de llorar.

―Siempre está la opción de salir para ayudar a los marineros allá arriba ―Yuqi apuntó sobre su cabeza donde constantemente se escuchaban pisadas y gritos de marineros ocupados. Minnie no quería saber porque tenían tanto apuro.

Los soldados a su alrededor rieron por lo bajo, todos tenían una botella de licor en la mano y una bolsa de tela con pan iba siendo pasada de mano en mano. Ellos la veían como una chica aventurera con un raro miedo a navegar, pero en aquel momento Minnie sospechaba que la risa era para ocultar el miedo propio por tener que estar en aquel barco que bien podría ser un ataúd a punto de ser consumido por el mar.

―Subiré después de usted mi comandante ―le dijo Minnie, cuando después de recorrerlos a todos con la mirada, terminó enfocándose en la castaña de cabello húmedo y flequillo desordenado. Yuqi dio una patada a la botella vacía que constantemente regresaba a ella, exigiendo que le devolvieran el vino.

―Esta será una larga noche ―el suspiro de Yuqi fue tan aburrido que los demás fijaron su atención en ella. La mujer era temeraria o estaba completamente loca, todos en el barco sabían la verdad detrás de aquello, pero nadie diría nada en voz alta.

Así que el silencio se instaló mientras los soldados cenaban pan y licor, alrededor todo se tambaleaba con el barco y las cabezas rebotaban sin control, incluyendo la cabeza de la comandante que empezaba a tararear con la mirada fija en la botella vacía, negándose a recibir el objeto tintineante cada vez que llegaba a ella. Cuando la veía así Minnie se preguntaba qué estaría pensando, no importaba cuantas teorías inventara, nunca lo averiguaría con certeza. La comandante era un baúl de secretos complejamente cerrado.

En algún punto de la noche las sacudidas en el mar habían cesado y Minnie se había dormido abrazando su morral. Un golpe en su pantorrilla la hizo despertar muy enojada, pero se quedó inmóvil cuando la comandante le cubrió la boca con una mano y se llevó un dedo libre a los labios, indicándole que hiciera silencio. Por un segundo pensó que era una de esas bromas suyas que no tenían nada de divertido, pero con una mirada alrededor se dio cuenta que algo malo pasaba. Los demás soldados de la guardia estaban alertas, cada uno de ellos sostenía un arma y miraban arriba al piso de arriba. Apresurada, Minnie tomó una de sus dagas y se puso de cuclillas esperando órdenes.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora