Capítulo 50

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Miyeon

Un grupo de cortesanos y guardas acompañaron a la reina a la entrada del castillo para recibir a la reina Soojin con su comitiva. A Miyeon se le aceleró el pulso al instante. Había estado evitando pensar en lo que haría o lo que sentiría cuando se hermana estuviese en el castillo, ahora que estaba por llegar, Miyeon se paseaba por un largo pasillo con sus manos enguantas echas puños. Minnie estaba en una silla viendo al jardín, las dos vestían abrigos enormes mientras esperaban. La princesa sospechaba que la morena estaba ahí para cuidar que no escapara.

― ¿Deseas algo de comer? ―la pregunta de la soldado fue amable, Miyeon dudaba que ella mereciera ese trato. Negando con la cabeza siguió andando, el jardín a unos pocos metros, estaba lleno de niebla. Toda la montaña lo estaba y la lluvia que iba y venía, hacía todo más sombrío. El clima la helaba, pero sus miedos por poco la congelaban, por ese motivo no se podía quedar fija, tenía que moverse o se volvería una estatua de hielo.

―Nunca me dijiste que Hwangpye era así de frío, por los viejos dioses.

―El invierno tiende a olvidarse de nuestras mentes ―Minnie le dio un sorbo a la bebida dulce que sostenía en sus manos y le sonrió de ese modo adorable que solo ella podía mostrar. Miyeon dio la vuelta y volvió a caminar, no podía detenerse. En su mente seguía pensando en todas las explicaciones que debía darle a su hermana, lo mucho que tendría que decir y hacer para remediar la secuencia de confusiones riesgosas que provocó por escaparse del castillo blanco.

―La reina Soojin ya está aquí ―Shuhua llegó usando una capa que la rodeaba como una manta caliente―. Está hablando con Soyeon en el salón personal de la reina, podrás verla si me sigues. Minnie, la comandante te necesita en los establos.

La soldado se ordenó el flequillo después de que una corriente de viento la acosara y sonriendo con gracia se despidió, Miyeon la vio girar al final del pasillo que ella estuvo recorriendo desde hacía media hora y suspiró fuertemente. Shuhua estaba delante de ella, luciendo fastidiosa, claramente no obtendría palabras de aliento de la dama.

―Dime ella... ¿Se veía enojada?

Shuhua negó distraída; ―Tal vez algo cansada, es un largo viaje.

Miyeon estuvo de acuerdo con esa observación, el camino al centro del país era un trayecto traicionero, lleno de sorpresas de todo tipo, sorpresas que dejaban cicatrices o impresiones difíciles de olvidar.

―No sé qué decirle...

―Solo dile la verdad, se lo debes ―la dama giró yendo al interior del castillo, Miyeon se mordió el labio inferior pensando en escapar, pero no podría llegar lejos en un reino que desconocía, sin más remedio, ella siguió a Shuhua por el lugar oscuro y helado, como el hogar cavernoso de un monstruo. Su imaginación exagerada sin duda la atormentaba.

Los guardas les abrieron las puertas mucho antes de que ellas se acercaran al salón, Shuhua se quedó junto al mueble de la entrada donde un refrigerio apenas había sido tocado. Junto a la reina Soyeon en los elegantes sofás, su hermana la miraba llegar. Detrás de las reinas, varios soldados rojos y negros montaban guardia, se veían incómodos con su presencia. Soojin se puso de pie al verla, Miyeon se quedó muda.

―Eres una loca, una princesa demente, pero te eché de menos, no puedo creer que pasaste por un momento tan aterrador ―Soojin se acercó a ella para abrazarla, Miyeon se aferró a ella como lo haría de un salvavidas en alta mar.

―Lo siento tanto Soojin ―sus ojos se llenaron de lágrimas―. Estoy bien, yo... espera, ¿te contaron lo que me pasó? ¿Quién te lo dijo?

―Ella se iba a enterar de todos modos ―Shuhua estaba recogiendo copas cuando habló, Miyeon deseó que el morete en el rostro de la dama nunca se borrara. Ella había sobrepasado límites que debían ser claros, ella fue la víctima en todo aquello y nadie tenía el derecho de ir por ahí comentando lo que sufrió.

Six Lions 👑 G-IdleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora