Capítulo 35

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Soyeon

Los integrantes de la corte sugirieron una celebración para los soldados bajo las órdenes de Yuqi y esta accedió al evento si se realizaba en unos días, ella y sus hombres merecían descansar. Pero Soyeon sabía que también estaba preocupada por Minnie y Mason, el grupo no estaba completo, a la comandante le faltaban soldados y se veía frustrada por no saber cómo iban las cosas. Yuqi era buena ocultando sus miedos, más no era tan buena escondiendo el aprecio que le tenía a aquel grupo que comandaba.

―Iré a mis aposentos, dile que me busque ahí ―le dijo a Shuhua, la jovencita se quedó viéndola con un pastelito dulce entre los dientes, estaba sorprendida y llena de energía―. No le digas nada más, no... solo, envíala.

― ¿Quieres la cena en la habitación? ¿Tienes suficiente licor en el mini bar? ¿Necesitas algo especial? ¿Te vas a poner otro atuendo verdad? ¡Cepilla tu cabello Soyeon!

Con cada palabra de Shuhua la reina sonreía más y más. Riendo bajo Soyeon se dio vuelta, ignorando cada pregunta con doble sentido para irse a su habitación. Aquella tarde de reuniones había sido suficiente para ella, todos los protocolos estaban completos. La comandante presentó documentación, entregó regalos, contó historias, fue el centro de atención mientras todos se regodeaban en lo maravillosa que era. Porque claro que lo era.

Al salir del salón la reina cruzó una mirada con la comandante, Yuqi tenía el flequillo revuelto y el cabello recogido en una coleta. En la mano tenía una copa, en los ojos un brillo que Soyeon no sabía como interpretar. Yuqi levantó la copa hacia ella despidiéndola, Soyeon negó sonriente para después marcharse, tal vez si debía cambiarse de ropa, tal vez si necesitaba más licor, maldita Shuhua y sus ideas que la ponían más nerviosa.

La habitación de la reina siempre estaba impecable, de todos modos, Soyeon acomodó unos cojines en el sofá y revisó que los vasos de cristal estuviesen pulidos. Muy ansiosa se cambió el elegante vestido por otro más simple en un bonito color crema. También se soltó el cabello, los largos mechones rubios cayeron por su espalda y mientras se observaba en el espejo ella sabía que hacer aquello no era propio de una reina, estaba dudando de todo, menos de sus intenciones.

Unos suaves golpes a la puerta la hicieron soltar el aire atrapado en los pulmones, su pecho subió y bajó con nerviosismo mientras iba a la puerta. Yuqi estaba ahí con los brazos cruzados y la cabeza ladeada, la cola de cabello le rozaba un hombro y Soyeon sonrió encantada. La comandante era hermosa.

―Pasa por favor ―pidió Soyeon.

―No creo que sea prudente su majestad ―Yuqi se negó―. Lo que daba decirme puede hacerlo en un lugar público, no quiero que me siga enviado a misiones apuradas.

Soyeon pudo ver el brillo en los ojos de Yuqi y comprendió lo que significaba, era un reto, una especie de prueba. La estaba haciendo esforzarse por castigarla sin razón, las buenas experiencias del viaje no eran suficiente pago para Yuqi. La reina tenía que retribuirle por enviarla lejas, estaba claro y a Soyeon le entretuvo.

―No creo que quieras que otras personas escuchen lo que quiero decirte.

Yuqi observó a ambos lados del pasillo esperando ver a algún sirviente o una de sus molestas doncellas siempre rondándola como abejas en una colmena. Pero no vendría nadie, Shuhua se encargaría de que ellas tuvieran suficiente tiempo.

―Bien, supongo que no tengo opción ―el comentario sonó fuerte, el rostro suave de Yuqi no parecía corresponder su tono.

Cuando la comandante entró Soyeon cerró la puerta y se apoyó contra esta, Yuqi se acercó al ventanal viendo al jardín que en esa época del año era un espacio con arbustos resecos y niebla. Las montañas pronto se teñirían de nieve, los altos riscos se verían cubiertos de un manto blanco que a la distancia parecería azúcar derramada.

―Te debo una disculpa...

―Me debes más que eso Soyeon ―Yuqi sirvió dos copas de vino tinto, Soyeon sintió que el licor era una urgencia, su boca estaba seca y su corazón empujaba en su pecho para escapar. Yuqi estaba tan firme y alejada de ella que no podía recordar qué era lo que planeaba decirle cuando por fin pudiera verla a solas. Ahí estaban, solas y Soyeon no podía ordenar sus palabras, pero también pensaba en el consejo de Shuhua y le gritaba que actuara. Que dejara de pensar, que hiciera algo.

―Lo sé, me disculpo por mi reacción de esa noche. Me he estado atormentando a mí misma por esa cobardía con la que me alejé de ti ―Soyeon se quedó en medio de la habitación, Yuqi se acomodó en el sofá―. No me arrepiento de enviarte en esa misión a Muhan. Tu trabajo ha conseguido más de lo que necesitaba, más de lo que merezco, tu...

―Yo hice un gran trabajo, lo entiendo.

―No, es más que eso ―Soyeon fue por la copa que Yuqi dejó en la mesa del mini bar y después de tomar un poco ella respiró hondo―. El consejo quiere que abandone el trono, ellos han conseguido que distintos príncipes y reyes solitarios pidan mi mano en matrimonio, lo hicieron meses antes de que la misión se presentara ante mi como una posible solución. Ahora al tener el apoyo de Soojin, puedo rechazar esas ofertas ridículas, puedo presentar pruebas de mi trabajo como reina. El consejo llamará a una reunión abierta, creo que ellos me llevarán a juicio, pero con los tratados que trajiste podré defenderme aún mejor que antes.

Cuando la reina se giró para encarar a la comandante, se encontró con una castaña muy impactada. Yuqi sostenía la copa vacía contra su mejilla al tiempo que se recostaba en el sofá de forma indecorosa, estaba perdida en sus pensamientos así que Soyeon le dio tiempo de recomponerse.

―Soyeon yo lo siento, no sabía... pero ahora que ella escapó tu... ¡Carajo! ¡Estúpida princesa! ―Yuqi gritó y Soyeon casi deja caer su copa. La castaña estuvo en movimiento al instante, acercándose a ella para tomar una botella del estante y darle un largo trago. Soyeon seguía esperando, la explicación llegaría, solo debía darle unos segundos.

― ¿Puedes por favor tranquilizarte? Voy a solucionar todo esto, el juicio no es...

―No, no Soyeon escucha ―Yuqi sostuvo su mano haciéndola callar―. Las damas con las que vine, te dije sus nombres y te avisé que son mis protegidas, pero hay más que eso. Cuando llegué al castillo no quise dar explicaciones al respecto por respeto a la princesa, ella estaba muy afectada por su encuentro con Joan Oak.

― ¿Una de ellas se encontró con ese asqueroso hombre?

―Ambas, ellas viajaban hacia aquí cuando los Oaks las asaltaron, ambas chicas iban a ser vendidas, pero Joan tenía hambre y al parar en la Orquídea Negra se encontró con nosotros. Liberamos a las chicas, los capturamos a ellos.

―Oh por los dioses, pobres mujeres ―Soyeon de pronto estaba angustiada.

―Una de ellas es la princesa Miyeon de Muhan ―Yuqi cambió su semblante― la princesa escapó antes de que nosotros saliéramos de Muhan, no sé qué es lo que Soojin sabe, pero con esto todo puede cambiar.

Soyeon le quitó la botella a Yuqi y le dio un trago que la hizo toser. La chica de rostro golpeado ya había pagado por su error de una manera demasiado dolorosa, no le diría nada, pero si la situación fuese diferente Soyeon sabía que ya estaría yendo a abofetearla.

―Iré a solucionar esto, haré que Miyeon escriba una carta a su hermana diciéndole que no tuvimos nada que ver con el escape porque esa es la verdad, voy a arreglar esto Soyeon. Yo, lamento fallarte...

Yuqi ya iba a la puerta cuando Soyeon la sostuvo. La comandante esperó por las indicaciones de la reina, en su lugar, la rubia tiró de ella haciéndola regresar y sostuvo su rostro. Antes de que supiera de lo que estaba pasando, Soyeon se encontró besando los labios de la dulce chica que había arriesgado su vida en aquella misión y que aún después de un maravilloso resultado, seguía luchando por su reina.

―Soyeon... espera, mi reina... debemos arreglar esto ―Yuqi estaba sin aliento. La reina filtró sus dedos bajo el suéter de la comandante y subió el material hasta sacárselo.

―Lo haremos después, ahora deja de pensar. 


¡saludos lectores, gracias por leer!
✨💜

Nota
Para el siguiente capítulo, recomiendo escuchar "Be your Love de Bishop Briggs" o nuestra amada, Oh My God. Ya saben, para mayor disfrute  XD
Disfruten 🔥💗

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