34. Thor Odinson

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Siento la tensión de mi acompañante pero no me interesa en lo absoluto.

—¿Para eso querías venir?—Susurra en mi oído.

—Oh cariño.—Me volteo hacia el acariciando su pecho.—Así me sentí yo cuando salimos con mis amigos.

Para dar contexto, mi querido novio y yo salimos a un bar con mis amigos entre ellos unas amigas que no paraban de ponerle las manos encima a mi Asgardiano.

—¿De verdad sigues molesta por eso?

—Si, Thor.—Respondo mal.—Ni siquiera hiciste el intento de separarte de ellas así que no me vayas a venir con excusas.

Escucho el suspiro de Thor cuando coloca sus manos en mi cintura de manera demandante.

—Entonces Fandral, sígueme contando.—Me deshago del agarre de Thor mientras me acerco al Asgardiano.

—Si bueno Loki iba esposado, Lady Jane iba...

—¿Jane?—Pregunto y Fandral observa a Thor con una mirada de duda.

—Lo siento mi Lady, eso es algo que no debería yo decir.—Me sonríe.

—Está bien Fandral, entiendo.—Me acerco a él y beso su mejilla en manera de despedida.—Nos vemos.

Fandral nervioso bajo la atenta mirada de Thor se marcha.

—Supongo que no llevamos tanto tiempo para que me hablaras de tu ex.—Le sonrió.

—Cariño, no tiene importancia.—Declara.—Ahora estoy contigo y es lo que importa.

—Está bien Thor, no te reclamo nada, nunca te pediría que me dijeras algo que no quieres o no te nace.—Acaricio su rostro.—Pero eso no quita el hecho de que siga molesta por lo del bar.

Thor bufa mientras me toma de la muñeca y me encamina hacia quien sabe donde.

—Adios Loki.—Le sonrio y el me mira divertido.

No se como dado que este palacio es enorme pero llegamos entre pasillos hasta una habitación, muy bonita y grande.

Mi cuello es tomado por su mano y me estampa contra la puerta sin dejar de lado ese toque de delicadeza que siempre me da.

—¿Te gusta provocarme?—Susurra tocándome.

—Por supuesto que si mi amor.—Le doy una sonrisa traviesa antes de guiar mi mano hacia sus pantalones.—¿Por que? ¿acaso lo conseguí?

Thor gruñe mientras meto mi mano dentro de sus pantalones.

Comienzo a masajearlo y Thor me sonríe con malicia mientras besa mis labios con posesión.

—Se que te gusta tenerme así.—Me dice haciendo presión en la muñeca de la mano que tengo dentro de sus pantalones.

—Y se que te encanta tenerme así.—Tomó su mano llevándola por debajo de mi falda.

Sus dedos acarician mis pliegues empapados y comienzo a masturbarlo más rápido mientras Thor mete sus dedos en mi.

Nuestros gemidos se mezclan silenciosamente, es una tortura totalmente placentera.

—A la cama.—Demanda y yo obedezco.

Me pongo de rodillas en la cama mientras veo a Thor desnudarse por completo, su ereccion roza mis labios.

—Abre.—Abro la boca mientras el desliza toda su complexión dentro de mi húmeda y caliente boca.—Eso es amor.

Mi intimidad se humedece cada vez a medida que sus gemidos inundan la habitación.

Mi cabello es tomado con fuerza por el mientras folla mi boca con necesidad.

Pero entonces el se detiene y me empuja levemente para recostarme, se coloca encima de mi y de un tirón destroza mi ropa interior.

Termino de desvestir mi torso antes de que haga trizas mi ropa y me quedo simplemente con la falda.

—Aún no decido si follarte duro o dejarte montarme para recompensarte.—Me dice observando mi cuerpo a su Merced.

Mis piernas abiertas para recibirlo, cualquier opción que elija es perfecta para mi.

—Haz lo que quieras conmigo.—Susurro sintiendo el calor acumulado en mi cuerpo.

Thor me sonríe antes de tomar una de mis prendas y atarme las manos por encima de la cabeza.

Acomoda mis piernas y observa mi femineidad, entonces su boca besa mis muslos y mis caderas buscan el placer.

Un gemido de frustración sale de mi boca, lo miro con necesidad antes de que el siga torturandome.

Su lengua traza una fina línea a lo largo de mi intimidad e inmediatamente mi espalda se arquea levemente robandome un sonoro gemido.

—Por favor...—Lloriqueo con impotencia en un intento desesperado por liberar el calor de mi cuerpo.

Thor se coloca en mi entrada que al sentir su roce se humedece más.

Sus grandes manos estrujan mis pequeños pechos y pellizcan mis pezones ya erectos.
Entonces acaricia mis piernas antes de hundirse de una en mi interior.

Mis manos atadas me hicieron sentir impotente de tocarlo, pero el gemido que solté fue una demostración de lo bien que se había sentido.

—Cuanto extrañaba esto.—Me dice embistiéndomela con fuerza.

Su voz tan profunda y ronca que podría provocarme un orgasmo en cualquier momento, su cuerpo completo chocando contra el mío y el sonido de la humedad de nuestro obsceno acto...

El placer me recorrió y aunque intente callar mis gemidos y palabras obscenas me fue imposible.

—Déjame tocarte...—Susurre con mi respiración agitada.—Por favor.

Thor sin poder decirme que no, me desato y lleve mis manos a su rostro para luego acariciar su espalda y abrazarlo.

Pero Thor no planeaba ser tan cariñoso conmigo, sus manos tomaron mis piernas hundiéndose cada vez más en lo profundo de mi, aunque intente contenerme no soporte y termine arañando su espalda de nuevo.

Era tanto que comenzaba a doler pero en medio de todo esto, de mis gemidos y el placer, Thor golpeo con fuerza mi punto dulce.

Fue como si mi respiración se contuviese por unos segundos mientras lloriqueaba y mis piernas se abrazaban con fuerza a su cuerpo, vi su rostro totalmente satisfecho de tenerme en esta posición.

También vi el placer inundándolo, como si lo disfrutara más que yo, sus gemidos se hicieron más altos al igual que los míos.

Thor tomó una de mis piernas y la llevó a su hombro, comenzó a moverse con fuerza y observe la obscenidad, tan excitante y adictiva.

Thor me decía las cosas más sucias que hubiese escuchado alguna vez y su mirada en mi desnudez me hace sentir deseada.

La fuerza que emerge me hace lloriquear mientras araño las sábanas, me retuerzo con lágrimas resbalándose por mis ojos y gemidos saliendo de mi tanto que mi garganta arde.

La mera imagen de el arremetiendo contra mi es lo único que necesito para que la oleada de placer me recorra, todo mi cuerpo tiembla y mi interior se aprieta alrededor de su longitud y mis oídos se deleitan con el maravilloso gemido de mi nombre en sus labios.

Thor no se detiene, hasta que siento sus embestidas descontroladas y cada vez más rápidas, no tarda mucho en inundarme con su semilla y hacer que el orgasmo me golpeara nuevamente con más intensidad.

El gemido que solté no pudo haberse oído más pornografico, la satisfacción que sentí fue impresionante.

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ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 llDonde viven las historias. Descúbrelo ahora