La diversión me inundaba, la estaba pasando bien con los chicos.
Nat estaba junto a mi mientras nos reíamos de sus estupidas bromas.
—Ya basta Thor.—Me cruce de brazos cuando comenzó a decir cosas sobre mi estatura.—No es mi culpa que midas lo que mide un edificio.
—Eres muy tierna.—Me dijo el Asgardiano, claro que no.
Tony observaba con una sonrisa burlona en su rostro, burlándose de mi situación.
—Te pateare el trasero.—Le dije recostándome en el hombro de mi amiga pelirroja.
—Eres incapaz de hacerle daño a nadie.—Resople.—Es mas, me alegra que estes con Stark para le hagas componerse.
—¿Tony?—Pregunto Clint antes de soltar una carcajada.—Mira ese rostro, no dejes que el té corrompa cariño.
Rodé los ojos nuevamente, pero no me quedaba más que dejarles seguir riéndose.
—¿Ustedes me culpan a mi?—Dijo Tony ofendido.
—Eres una mala influencia para ella.—Declaró Steve.
—No puedo seguir viendo si estupidez.—Se levantó.—Ella.—Me apuntó.—Ella es la mala influencia.
—No me culpes a mi Tony.—Dije levantándome, comienzo a creer que me encogí porque tengo que mirar hacia arriba para verle.
—¿Lo ven?—Dijo Clint, Nat observaba todo con una sonrisa.—Es un ángel, ¿Que cosas perversas podría pensar?
—No tienes idea.—Dijo Tony.
Y así continuamos peleando entre sí, sin perder la diversión en todo esto.
Cada quien fue hacía su habitación, yo estaba alejada de Tony para no incomodar a los demás pero no entiendo en qué podría afectarles si Tony tiene un propio piso para el.
Me escabullí entre los pasillos pero choqué con Steve y caí al suelo.
—Demonios.—Susurre levantándome.—¿Que haces bloqueando el camino?
—¿Que haces despierta?—Me dice cruzándose de brazos.—Más bien, ¿A donde vas?
—Hum... al baño.—Buena mentira.
—¿Al baño?—Asenti.—Deja de mentir, todos tienen baño en su habitación.
Mala mentira.
—Entonces voy a tomar agua.—Sonrei con inocencia fingida.
—Dile a Tony que deje de llamarte a estas horas.—Me dijo.—No eres buena mentirosa porque no mentías, dile que deje de ser mala influencia.
—Por supuesto Capitán.—Me aleje de el.
Corrí hacia el elevador, seguramente debí verme tan graciosa cuando caí al frío metal.
Y seguramente Tony lo vio, me quede tirada en el metal hasta que el elevador se abrió.
Cuando llegue a su piso volvi a correr a su habitación, iba a abrir la puerta pero fue abierta por el y mi rostro terminó en el piso otra vez.
—¿Por que corres por la torre?—Me dijo cerrando la puerta y dejándome en el suelo.—Pareces un duende intentando robar los dulces escondidos en mi laboratorio.
—Espera, ¿Dijiste dulces?—Tony rodó los ojos ante mi inmadurez.—Así que viste lo del elevador.
Tony comenzó a reírse sin parar asintiendo, me enoje y me recosté en su cama.
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ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll
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