Es nuestro aniversario y lo olvido, ni si quiera se si estoy enojada pero se que mi furia no durará mucho.
—Vamos amor, te recompensaré, lo prometo.—Lo ignore cruzada de brazos.
Wade conducía el auto mientras intentaba acariciar mi cabello pero siempre apartaba su mano.
—Vamos nena...—Wade bufo y se concentró en conducir.
Entonces aparco afuera de nuestro departamento y me observo con los brazos cruzados.
—Vamos a casa, vamos a hablar.—Su tono me hizo saber que no estaba para mis dramas.
Obedecí y caminamos hasta el departamento, ignoré las miradas de las vecinas que casualmente salían cada vez que mi chico salía.
—Estúpidas.—Susurre esperando que Wade no me escuchase.
—Mi amor soy tuyo... y puede que de la vecina rubia de enfrente pero yo te amo a ti.—Rodé los ojos intentando ocultar lo divertido que es esto.
—Sabes que no puedo durar enojada contigo pero quiero que sepas que si me moleste mucho.—Wade asintió con la mirada baja como un niño regañado.—Y me sentí mal y estúpida.
El se acercó a mi y me abrazo, me aferro a él reconfortando mis sentimientos por completo.
—Te invitó a cenar hoy.—Me susurro acariciando mi mejilla.—Te recompensaré lo prometo.
—Está bien.
(....)
—¡Cariño apresúrate!—Escuche sus gritos y bufé terminando de cepillarme el cabello.
—Ya estoy lista.
—Vaya, saldré con la chica más hermosa de la ciudad me siento un campeón.—Me reí mientras salíamos del apartamento.
No íbamos formales porque si de algo estoy segura es de que Wade es totalmente impredecible.
—Hamburguesas, tus favoritas.—Al entrar al lugar el olor a comida se hizo presente.
Mientras reíamos y recordábamos viejos tiempos no pude evitar pensar en lo feliz que soy con el, la noche se paso rápido y nos encontrábamos yendo de vuelta a casa.
—¿Sabes que sería prefecto ahora mismo?—Me dice acariciando mi pierna por debajo de la falda.—Cerrar con broche de oro esta noche.
—Solo piensas en eso, ¿verdad?—Pregunto divertida.
—Y en tus bellos ojos nena.
En el momento que la puerta del apartamento se cierra tras nosotros sus labios atacan con necesidad los míos.
Wade me levanta y me empotra contra la pared, el tiempo no se pierde y desabrocho sus pantalones con rapidez.
El comienza a desvestirme sin problemas, cuando me tiene completamente desnuda me lleva al sofá y me recuesta en este.Sus labios atrapan uno de mis pezones dejándolo totalmente erecto y continúa haciendo lo mismo con el otro.
El calor en mi vientre crece a cada momento, la humedad entre mis piernas es más que visible.Guió mis manos a su ereccion para darme cuenta lo duro que está, lo necesitado que esta de mi tanto como yo de él.
No planeo perder el tiempo por lo que mis piernas se enrollan alrededor de su cintura.
—Hazlo de una vez.—Pido moviendo con necesidad mis caderas, buscando cualquier pizca de placer.
—No seas impaciente nena.—Susurra al momento en que su punta comienza a acariciar mi humedad.—Tenemos toda la noche.
Estoy frustrada y suplico tanto por recibir algún tipo de liberación, todo mi cuerpo quiere desesperadamente su toque y el parece disfrutar de la tortura.
—Por favor.—Lloriqueo besando sus labios.
Wade sin querer desesperarme más se sumerge en mi interior, un gemido se me escapa y estoy segura que el lo esta disfrutando.
Todo mi cuerpo reacciona a sus movimientos, mis labios susurran su nombre y pronto se convierten en gemidos.
No soy consciente de todo lo que sucede, mi cabeza da vueltas y el placer nubla todo, solo deseo más y ansío conseguir liberar la tensión en mi.No se como lo hace pero de pronto mis uñas se encajan en su espalda regalándome un gemido de su parte, todo en mi se desvanece y me siento en la nubes.
Mi corazón palpita con rapidez y mi respiración se descontrola, su cuerpo choca repetidas veces contra el mío y lo disfruto tanto.
Observo su rostro reflejando todo el placer que siente, me observa y comienza a susurrarme cosas que provocan tanto en mi, sus manos vagan por mi cuerpo tocando lo más que puede y alargando mi placer.
Y entonces todo es diferente, mis piernas se aferran a su cuerpo y su espalda está hecha un desastre gracias a mi, el grito de placer que inunda la habitación es la demostración de todas las sensaciones que sentí en ese momento. Una lágrima se derrama de mis ojos y disfruto lo más que puedo de esto.
Wade comienza a moverse más rápido y sin control, sus gemidos son Musica para mis oídos y no tardo mucho en temblar.
Mi garganta duele y es imposible emitir mas sonidos, mi interior se contrae a su alrededor y pronto siento la oleada de placer que me recorre por completo.
El por su parte continúa dejándome hundirme en el placer hasta que explota en mi interior alargando aún más mi climax, nunca sentí tan placentero este momento.—Todos se enteraron de lo que hacíamos gracias a ti.—Me dice Wade.
—Mucho mejor, mucho más cuando tenemos vecinas chismosas, la rubia de enfrente por ejemplo.
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Sigue Steve Rogers(Capitan Hydra)...
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ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll
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