ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll

9. Thor Odinson

Veo a Thor viendo televisión de nuevo, suspiro ante la falta de atención hacia mi y regreso a mi habitación donde me quedo pensando en cómo eran las cosas antes.

Ahora siempre está ocupado, o está viendo el televisor o simplemente tiene que salir de urgencia aunque por esto último no lo culpo más sin embargo, no deja de sentirse mal.

—Mi amor...—Me habla desde la puerta y yo volteo a verlo.—Tengo que salir, volveré en la noche. Te amo.

—Cuidate, también te amo.

Y entonces se fue mientras yo me quedaba viendo por donde había salido.

                              (....)

Es demasiado tarde, escucho que alguien entra y me levanto para ver si es Thor.

—Lo siento, ¿te desperté?—Negué observando como tomaba un trago de su cerveza.

Se encontraba sentado en el sillón mirando a la nada, me acerqué a él esperando atención pero no me la dio.

Me acurruqué en su pecho y el acaricio lo cabello y ninguno de los dos decía nada.

—Necesito atención Thor.—Susurro mirándolo y el me mira confundido.—Me estás alejando y no te das cuenta.

El me estruja contra su fuerte cuerpo mientras me carga y me sienta a horcajadas sobre el.

—¿Por qué me dices eso?—Acaricia mi mejilla con lentitud.—¿Que estoy haciendo mal? ¿No eres feliz?

—Soy muy feliz a tu lado, yo te amo.—Suspiro.—Pero... parece ser que entre más busqué tu atención menos me la das.

El suspiro y beso mis labios con la promesa de que no volvería a suceder.

Nos quedamos así algunos minutos entre besos hasta que la situación comenzó a volverse más abrumadora, más incitante.

Sus manos se acercaban cada vez más a mi trasero y lo hacía con un roce tan tentativo que me volvería loca en algún momento.

Mi cuerpo reaccionó inmediatamente a sus toques, mis manos acariciaban su pecho y la ropa sin duda comenzaba a estorbar.

Sus besos estaban en mi cuello y yo solamente quería hacerlo ya, estaba desesperada por tenerlo. Mi mano viajo por todo su torso hasta adentrarse debajo de su pantalón y bóxer.

Al tocar su longitud recibi un jadeo de su parte junto a una mirada llena de lujuria.

Comencé a masajearlo observando como su rostro se contraía de excitacion.
Pronto comenzó a ponerse erecto y duro, me mordí el labio y seguido su respiración se agitó.

—¿Lo estoy haciendo bien?—Susurro y el asiente mientras lleva su cabeza hacia atrás.—¿Te gusta mi amor?

Recibo una nalgada de su parte mientras una sonrisa de satisfacción adorna mi rostro. Me senté a su lado sin dejar de masturbarlo y me asegure de sacar su ereccion a mi vista.

Estaba dura y su punta brillaba del líquido preseminal. Lo acerque a mis labios y escuche un alto suspiro, cuando voltee a verlo me encontré su mirada llena de excitacion.

Pase su punta por mis labios rozándolo, me gustaba ver lo ansioso que estaba mientras sus manos me tocaban sin descaro.

—No me tortures más cariño.—Su voz se escuchaba ronca y provocó un cosquilleo en mi vientre bajo.

Sin embargo, sus manos me guiaron a meterlo ente mis labios, escuche un gemido silencioso. Mis manos abarcaban lo que mi boca no podía, mi mirada se encontraba viendo como el placer lo inundaba.