98. Wanda Maximoff

12.3K 347 95
                                    

De nuevo aquí estaba intentando ocultar lo maravillada que me encontraba con ella, ahora mismo era un privilegio el que ella no pudiese leer mi mente porque quedaría totalmente expuesta.

Después de tanto tiempo juntas, tantas noches desvelándonos entre charlas profundas y tantas cosas que nunca dije, la verdad es que no había pasado por mi mente sentir lo que ahora siento.

Al principio pensé que estaba confundida, pronto me di cuenta de lo equivocada que estaba.

Una noche, en el balcón de mi habitación y con la luz de la luna acariciando su rostro me di cuenta de lo que realmente sentía, me asusté tanto en ese momento que temí dejarme al descubierto.

—Se está haciendo tarde.—Me dijo ella mirándome nuevamente con esa intensa mirada que me volvía completamente loca.

—Hipotéticamente...—Interrumpí antes de que se levantara.—Si tuvieras una amiga en la cual confías mucho y ella te pide un beso, ¿que dirías?

Wanda ladeó su cabeza con una mafia sonrisa mientras precia meditarlo por unos segundos.

—Accedería, no significaría nada, sólo mera curiosidad.—Yo asentí comenzando a evitar su mirada.

—Pero tu no eres cualquier amiga.—Sentí su cercanía a centímetros de mi.—A ti te quiero hacer cosas muy especiales...—Su maravilloso acento susurro en mi oído mientras sentía su suave mano bajar descaradamente para tocar mi cuerpo.

No sabía que decir, me había quedado sin palabras esperando que ella me guiara en este camino.

Sus labios rozaban tentativamente los míos ansiosos por su tacto, una sonrisa adornó su rostro mientras complacía mis deseos, su boca sobre la mía en una lucha de poder que fácilmente ella ganó.

Mis manos se llenaron de curiosidad por tocarla pero el aura roja me dejó inmóvil totalmente.

—No mi amor.—Me dejó de rodillas mientras ella se levantaba con lentitud.—Aquí mandó yo, si te portas bien te complaceré de todas las formas posibles.

Asentí sintiendo sus caricias en mi rostro, su pulgar rozó mis labios antes de meterlo a mi boca mientras sus ojos me hacían estremecer.

Lo siguiente que hizo fue comenzar a desvestirse frente a mi, me sentí torturada con mis manos atrapadas y las ganas de tocarla, aun así me deleité de la maravillosa vista que me regalaba de su cuerpo desnudo.

Ella se posó frente a mi dejándome libre, lo primero que hice fue besar sus adictivos labios mientras mis manos tocaban todo lo que se me apeteciera.

—Tienes mucha ropa.—Gruñó comenzando a desvestirme con rapidez.

No tarde mucho en encontrarme desnuda al igual que ella, sus manos me tomaron de la cintura haciéndome caer a la cama con ella sobre mi.

Sus dedos bajaron por mis muslos hasta mi húmeda femineidad que pronto fue atendida por ella, geminen su boca cuando sentí sus caricias en mis pliegues.

—Buena niña.—Me dijo introduciendo sus dedos en mi sacándome un gemido más alto.—Silencio mi amor.

Sentí el placer recorrer mi cuerpo mientras sus dedos hacían el trabajo en mi, quería más, quería que no terminara nunca.

Mis manos fueron curiosas a su cuerpo tocándolo mientras el placer me exaltaba totalmente, no tenía idea de que ella pudiera hacerme sentir así.

—¿Puedo?—Le dije entre suspiros mientras sentía como mis piernas comenzaban a temblar.

—No.—Susurró con una sonrisa divertida.—Quiero que esperes un poco más.

Quería torturarme, y por mucho que lo quisiera negar me encantaba totalmente que lo hiciera.

ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 llDonde viven las historias. Descúbrelo ahora