ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll

71. Steve Rogers/ Natasha Romanoff

Nat acariciaba mi cabello mientras mis ojos comenzaban a abrirse, estos días habían estado muy sin embargo a decir verdad.

—¿Como dormiste?—Preguntó en un susurro con sus labios besando mi cuello.

—Igual que las últimas tres noches.—Suspire.

Natasha se posó encima de mi acariciando mi rostro.

—Se que lo extrañas, pero no dependas tanto de su cercanía... también me tienes a mi.—Sus labios se unieron con los míos en un beso necesitado.

—Lo siento, no tengo ganas.—Ella se recostó a mi lado con un suspiro, supe que no le agrado.—Lo siento Nat yo...

—Esta bien, se que piensas en el.—Su mirada parecía comprensiva, me di cuenta de todo el amor que sentía hacia ella.

—Quiero que vuelva.

—Yo también...—La abrace.—Lo extraño igual que tú, no debe demorar tanto estoy segura.

(...)

El día había estado de lo más aburrido, ahora mismo Nat y yo estábamos en la sala de entrenamiento, ella se ejercitaba mientras yo me recostaba en las colchonetas usando mi teléfono.

—¿Vas a tardar mucho?—Pregunte con un bostezo.

—No tanto amor...

Mi teléfono se iluminó, una videollamada con Steve entraba e inmediatamente conteste.

—¡Hola!—Salude sonriendo.

—Hola hermosa...—Steve contesto.

Parecía estar recostado en una cama, su cabello estaba despeinado y se notaba un poco cansado.

—¿Todo está bien? ¿Tú estas bien?—Dije casi susurrando.

—Si mi amor todo bien, ¿donde está Nat?—Preguntó tallándose la cara.

—Uh aquí está.—Levante el teléfono para mostrarle.—¡Nat! Es Steve.

Ella dejó rápidamente lo que estaba haciendo para llegar a mi lado y saludar.

—¿Cuando vuelves?—Fue lo primero que salió de su boca, estaba sudada pero entusiasmada de verlo.

—Puede ser que mañana, a más tardar pasado mañana.—Sonreí como tonta ante su respuesta.—Las extraño.

—También nosotras.—Respondió Nat.—Ella más que nada.

—Volveré pronto, lo prometo.—Asentí recargándome en el hombro de Nat.—Nos vemos.

—Te amo.—Susurre y el sonrió antes de decirme lo mismo y colgar.

—¿Lo vez? Nada de que preocuparse...

(...)

Escuché susurros mientras comenzaba a despertarme, la luz del día golpeó mi rostro y gruñi.

—¿Nat?—Dije con voz ronca y adaptando mi vista a la luz.

—Hola cariño.—La observé acercarse con una sonrisa antes de que mi mirada fuera hacia la cabellera rubia al extremo de la cama.

Me levante lo más rápido que pude y me lancé a sus brazos, besé su rostro y sus labios ansiosa y contenta de su cercanía.

—Volviste...

—Aquí estoy.—Bese sus labios de nuevo.

—Bien bien basta de bienvenidas, cuéntame como te fue.—Steve se separó de mi y me recosté de nuevo en la cama.