Había aceptado venir a este lugar solo por Sam, porque sin duda convivir con Bucky y Zemo no estaba en mis planes.
Nunca me lleve bien con el soldado y mucho menos con el criminal, aún así ellos parecían querer poder convivir conmigo sin problema.
No me quedaba nada más que aceptar el hecho de lidiar con estos dos, confiaba en Sam y el confiaba en Bucky por lo que estaba bien pero en Zemo no confiaba ni un poquito.
—Tienes cara de amargada todo el tiempo, ¿que te hice?—Me pregunto Bucky cruzándose de brazos.
No respondí, no quería lidiar con nada de esto y solo había venido por una razón.
—Ya te acostumbrarás.—Habló Helmut.—¿Que? Así me miran siempre, en especial el soldado.
Yo rodé los ojos alejándome de su ahora discusión buscando a Sam pero parecía no haber rastro de el.
—¿Han visto a Sam?—Les pregunté captando su atención.
—Debió salir con Sharon.—Respondió Bucky posándose a mi lado.—¿Por qué? ¿Tanto te molesta estar con nosotros?
Fruncí el ceño volteando a ver sus ojos azules.
—No es así.—Respondí sosteniéndole la mirada.—Solo... nada.
—Bien.—Respondió mientras yo apartaba mi mirada.
Zemo se acercó a nosotros también, me sentía rara estando a su lado.
—No te preocupes, cuando todo esto termine te librarás de nosotros.—Me dijo el barón, aún así no le conteste.
La idea de separarnos se me hacía desagradable, simplemente no me gustaba y tampoco tenía una respuesta del por qué.
Me senté en uno de los asientos pensando en cuanto se demoraría Sam, no sabía como convivir con ellos sin querer insultarlos.
—¿Tienes hambre?—Preguntó Bucky cruzándose de brazos.
—No Barnes.—Respondí suspirando.—Lo siento... por tratarte mal.
—Está bien, así eres tú...
—No, no lo soy, es por eso que me disculpo.
—Entonces aceptó tus disculpas.—Me sonrió sentándose a mi lado.
Zemo se encontraba haciendo cualquier otra cosa menos prestarnos atención.
—¿Por qué me sigues tratando bien?—Le pregunte susurrando.—Te alejo siempre pero tú siempre te acercas más.
—¿No es obvio?—Mi corazón comenzó a latir con fuerza.—Creí que solo fingías no saberlo.
—¿Qué?
—Olvídalo.—Respondió levantándose.—Si necesitas algo aquí estoy.
Me quede pensando unos minutos, quería más respuestas pero sabía que ya no me las iba a dar.
Zemo solo me miraba de lejos, me hacía sentir pequeña pero a la vez me gustaba. Algo me decía que quería decirme más de lo que podía.
La noche casi caía y Sam parecía no aparecer, supuse que estaría ocupado pero ya no tenía nada más en que concentrarme.
—¿Aburrida?—Pregunto Zemo desde su lugar.
—Si.—Respondí sin mirarle.
Escuché sus pasos hasta que sentí su presencia más cerca, sus dedos tomaron mi barbilla haciéndome verlo.
Instintivamente lo apartaría de mi pero esta vez no lo hice, sus ojos conectaron con los míos y por un segundo todo desapareció.
Ladeó su cabeza sonriendo de lado antes de acercar su rostro al mío, no supe como reaccionar.
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ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll
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