ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll

6. Clint Barton

Despierto miro al hombre a mi lado, nunca me sentí mas incompleta.

Me levante con cuidado de no despertarlo,  me vestí lo más rápido que pude y salí sabiendo que no le iba a importar que no estuviera ahí.

Camino por la cera hacia algún lugar que no sea este, o más bien con alguien.

—Hola.—Digo mientras me siento en la banca del parque donde él me esperaba.

—¿Estas segura de que quieres seguir haciendo esto?—Miro a Clint algo confundida.—Cada vez te veo más... no lo sé.

—Sabes que debo.—Suspiro.—No es tan fácil, no para mi...

—Sabes que te puedo proteger.—Ruedo los ojos.—¡Escúchame!

Me levanto sabiendo que me sigue a la vez que empezamos a caminar hacia su apartamento.

—Te quiero Clint.—Digo mirando hacia una dirección diferente.—Pero ambos sabemos que nada va a ocurrir aquí.

—Lo se.—Escucho un pesado suspiro de su parte.

El camino se volvió  incomodo y tranquilo a la vez, aún así cada quien en sus propios pensamientos.

Cuando entre no hice más que recostarme en su sala de estar y mirar hacia el techo.

—Lo he pensado, varias veces.—Digo captando su atención.—Huir.

—¿Por qué no lo haces?—Escucho su voz más cerca ahora.—¿Por qué no simplemente... irnos?

—Porque me encontrará.—Volteo a verlo y su rostro ahora está junto al mío mirándome con un brillo especial.

Sé que él busca la más mínima respuesta para llevarme lejos pero no la habrá, no ahora.

Sin embargo, no puedo dejar de sentir la emoción de su rostro cerca del mío, mis ganas son notables pero eso solamente lo haría aún más complicado.

—De que me sirve que me ames, si no estás aquí.—Susurra alejándose.

Me quedo congelada con lo que acaba de hacer, me levanto y el voltea verme con una sonrisa burlona.

Me acercó a él esperando su tacto pero no se mueve.

—Dime que si.—Susurra en mi cuello.—Dime que te escaparas conmigo y prometo darte el mundo entero...

Sus manos se acomodan a mi cintura pegándome más a su cuerpo, suelto un jadeo cuando sus labios chocan con mi piel.

—Si.—Respondo en un susurro antes de que sus labios chocaran con los míos.

Su boca se movía con intensidad sobre la mía, yo simplemente me dejaba poseer por él y sabía que eso le gustaba.

No falto mucho para que la ropa comenzara a estorbarnos, el calor nos inundaba.

Mi cuerpo descansaba encima de su regazo moviéndome para despertar su hombría y cuando lo logré la excitacion comenzó a consumirme.

Mi desesperación se hizo notar cuando metí mi mano dentro de su pantalón para masajear su duro pene.

—Nena...—Susurro mientras vi como sus ojos se cerraban ante mi tacto.

Un gemido de su parte fue suficiente para sentir mis bragas empapadas y querer tenerlo dentro de mi.

Ambos nos quitamos la ropa lo más rápido que pudimos, entre besos y caricias sentía que era eterno este sufrimiento.

—Por favor...—Susurre recibiendo una ronca risa de su parte.

Sentí sus dedos tocando mi húmedo centro y gemí, acaricié su cabello mientras sus ojos me miraban con lujuria.

Pronto mis piernas fueron abiertas bruscamente por el.

—No soportó la idea de que otro hombre te tuviera hace tan solo unas horas.—Gruño y yo no respondí a eso.

Se separó de mi y tomó su miembro para comenzar a frotarlo en mi me removí de placer debajo de su cuerpo soltando su nombre en gemidos.

De pronto sentí su punta en mi entrada, moví mis caderas incitándolo a entrar pero él simplemente me miro con cariño.

—¿Que esperas?—Susurro acariciando sus manos en mis piernas.

Él me ignora antes de llevar mis piernas a sus hombros y se dejó ir dentro de mi con brusquedad, solté un grito de placer mientras ame arqueaba lo más que podía.

—¡Mierda!—Gemí cuando volvió a embestirme con una fuerza indescriptible.

—Me tienes loco niña.—Gruño cuando dejó descansar mis piernas al rededor de su cintura.

Intente empujarlo más profundo mientras arañaba su espalda con intensidad.

Sus labios besaban mi cuello a la vez que yo jalaba su cabello para que me besara.
El placer que sentía era indescriptible, mi corazón saldría de mi pecho en algún momento.

Él lograba tocar los puntos exactos en mi, sus jadeos eran música para mis oídos y me senti más completa que nunca.

Pronto sentí mis piernas temblar a la vez que le pedía más y más, no falto mucho para apretarlo dentro de mi sacándole un gemido y mordí su hombro cuando él orgasmo me arrasó con intensidad.

Tan solo recostarme para que él continuara me dio la vuelta y me recostó mientras levantaba mi trasero y entraba de una en mi, el gemido que solté retumbó en toda la habitación.

Arañe el sillón con fuerza mientras su mano me hacía arquearme cada vez más, mi garganta ardía un infierno y mi cuerpo se sentía adolorido pero sentía placer a la vez.

Moví mis caderas haciendo que el sonido de su pene entrado y saliendo de mi se escuchase más alto, escuche varios jadeos de su parte mientras apretaba con fuerza mis nalgas hundiéndose entre estas con fuerza, mi garganta no dio para más y mis gemidos se escuchaban entre cortados.

—¡Clint!—Gimo intentando decirle que estaba a punto de correrme.

—Lo se cariño.—Susurra mientras apresura sus movimientos cada vez más duros y profundos hasta que me desplomó mientras mi cuerpo tiembla de placer.

Lloriqueo cuando el orgasmo me golpea y gimo alto mientras mi garganta me quema, mi cuerpo se invade y me dejó caer antes de sentir como Clint me inunda completamente con su semilla y trae consigo un nuevo orgasmo.

No escucho nada simplemente jadeo pesadamente sintiendo lo sensible que me encuentro antes de sentir una manta sobre mi, mis ojos están cerrados disfrutando la sensación post-orgasmo.

—¿Sabes cuantas veces fantasee esto?—Susurro en mi oído y yo Sonrei.—Ahora que te tengo no dejare que te separen de mi...