ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll

102. Steve Rogers (Capitan Hydra)

Me levante de la cama duras penas como todas las mañanas, hoy tenia entrenamiento lo que hacía mi día muchísimo más fastidioso.

Mientras caminaba por los pasillos me encontré a Tony quien parecía igual de cansado que yo.

—¿Dormiste hasta tarde?

—No dormí nada.—Me respondió masajeándose la sien.—Steve te está esperando, dijo que no te demoraras.

—Ve a dormir Tony.—Le dije deteniéndome frente a él.—Me preocupas.

—Está bien, dormiré en el hotel.—Lo mire confundida.—Cosas de negocios.

Después de esa pequeña charla me dirigí al gimnasio donde ya me estaba esperando Steve.

—Llegas tarde.—Estaba cruzado de brazos mirándome mal.

—Si... mis ojos no querían abrirse.—El rodó los ojos dándome la espalda.—Parece que hoy todos tienen misión, ¿tu también?

—Si, algo así.—Me dijo esperando a que me acercara a él.—¿Tu tienes misión?

—De hecho no, pero saldré por la noche.—El asintió antes de comenzar el entrenamiento.—Se gentil conmigo hoy, ¿quieres?

—Siempre soy gentil contigo.—Yo me queje mientras el sonreía.

(...)

Justo ahora disfrutaba de un maravilloso baño de agua caliente, mis músculos dolían gracias a cierto super soldado.

No había nadie en la torre más que yo y a decir verdad se sentía bastante incomodo el ambiente, digo este lugar es enorme por supuesto que me asusta.

Quería desestresarme un poco, la semana fue dura y claramente me merecía un descanso por lo que en cuanto me sentí lista me fui del lugar.

Aun así, antes de subir a mi auto me di cuenta de que había olvidado mis llaves por lo que decidí regresar, estaba algo oscuro porque ya se habían ido todos.

Fui directo a mi habitación, escuché varios ruidos pero no le tome importancia no hasta que mientras pasaba por el laboratorio note a alguien.

Mi primer instinto fue ocultarme, era un hombre con un traje completamente negro, al quitarse el casco divisé una cabellera rubia.

Me acerqué sigilosamente esperando tomarle por sorpresa pero el ya había visto mi reflejo y en un segundo me acorraló contra la pared.

—¿Steve?—No miento cuando digo que la confusión que sentí me hizo dudar de si estaba soñando o no.

—Creí que habías salido...

—¿Que demonios haces?—El se separó de mi.—¿Y ese traje? ¿No se supone que estarías en una misión?

—Deja de hacer tantas preguntas.—Me dijo volviendo su mirada al aparato en sus manos.

—Estoy confundida.—Le dije intentando observar que estaba haciendo.—¿Que mierda estás haciendo?

Le arrebate el aparato observando la enorme cantidad de datos que estaba recopilando, me quede helada totalmente.

—¿Estas consciente de la posición en la que estás poniendo?—Su voz me dio un terrible escalofrío.

—¿Por qué...?

—Mientras más preguntas hagas, peor será, no quiero lastimarte pero necesito que te vayas ahora.

Me di la vuelta y me acerqué a él en busca de más respuestas, no podía quedarme así.

—¿Que está pasando? ¿Estás en peligro? ¿Necesitas ayuda o...?