ℳ𝒶𝓇𝓋ℯ𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾ℯ𝓈 ll

74. Baron Zemo

Si bien haber venido hasta este lugar fue una pesadilla más lo fue tener que soportar a mi hermano pelear con Zemo.

Sabía que era mala idea porque es lo que hacen este par de idiotas tener malas ideas siempre y para cuando vengo a ayudarlos a no hacer un desastre todo ya está hecho.

—Bucky cierra la boca por el amor de Dios.—Le dije rodando  los ojos.

—No siquiera he dicho nada.—Me hablo el con una mirada confundida.

—Exacto pero tus pensamientos no me dejan pensar.—El bufo y fue entonces que Sam y Zemo entraron.

Bucky se levanto y comenzaron a hablar de cosas a las que no preste atención, mi mirada estaba curiosa sobre el criminal.

El me miro como si me examinara de pies a cabeza, realmente me hizo sentir extraña la mirada que le regaló pero no duró mucho antes de volver a concentrarse en los hombres a nuestro lado.

—Como sea, no voy a llevar a mi hermana directo a una trampa.—Declaró Bucky.

—No soy una niña James.—Me levante quedando a su lado.—No necesito que me cuides.

—Claro que si.—Me respondió.—Porque eres lo único que tengo y no estoy dispuesto a ponerte en riesgo.

Aunque me pareciera lindo lo que había dicho, sin duda no me haría cambiar de opinión.

—Sam...—Le pedí apoyo y el me miro como si estuviese loca.

—Yo no me voy a meter en esto niña.—Yo hice un sonido de frustración.

—¡Me lo agradecerás después!—Bucky grito mientras yo le mostraba mi dedo corazón y entraba a una de la habitaciones.

                                    (...)

Era muy tarde y supuse que todos ya estarían durmiendo, no había salido de mi habitación en todo el día por la indignación que sentía, pero tenía hambre y como mi orgullo puede más no salí en todo el día para comer algo.

Ahora aquí estoy escabulléndome para comer algo intentando no hacer ruido para que los demás no se despierten.

—Tus pisadas se escuchan a kilómetros.—Yo suspire.—¿Que haces aquí tan tarde?

—Busco algo de comer Zemo.—Susurre dándole la espalda.

—¿Tiendes a pararte en ropa interior en todos lados?—Escuche su voz más cerca.

—Es cómodo, además puedo vestir como quiera en donde quiera.—Me di la vuelta encontrándome con su mirada.

Su mirada me dio un escalofrío, me recorrió por completo y eso me gustó en realidad.

—Como sea, descansa.—Habló antes de dar la vuelta.

Yo me acerqué a él y lo detuve, no se porque me dio el impulso de hacerlo pero poco me importaba.

—¿Nervioso?—Susurre acercándome más a él.

—Te preguntaría lo mismo.—Me dijo tomando mis caderas.

Sabía que si yo lo retaba el respondería, eso me gustaba.

Mi rostro se acercó más al suyo, el no se alejó por lo que me acerqué más hasta que sus labios rozaron los míos.

Mi mano se dirigió hacia su hombría, sobándole por encima de la ropa y provocándolo.

—¿Que estás haciendo?—Me susurro pero aún así no retiró mi mano.—Tú hermano me va a matar.