Capitulo 1. [Parte 1]
Déjame leerte, y te diré quien realmente eres.
Harry se agacho y tomo del descuidado piso una pequeña nota. Un postip para ser más exactos.
La pequeña hoja tenía marcado un número, una fecha, en realidad.
Harry la tomo en sus manos y la examino, tenía rayada con tinta negra la otra cara, como borrando algo.
La fecha era del 26 de Abril; debería ser del año pasado pero no tenía mucho sentido… ¿Para que cosa Niall abría guardado el pedazo de papel tanto tiempo?.
Un frió helado atravesó la ventana abierta del cuarto, por donde había entrado, y las cortinas se movieron. Harry ajusto más su bufanda al cuello y se envolvió más en su abrigo.
Era invierno, y habían pasado casi dos meses desde la ultima vez que la casa de los Horan había estado ocupada.
Dejo la nota en la cama, y el sonido de sus botas retumbaron por el resto de la habitación.
Paso por sobre las manchas de sangre, las cuales, ya había tenido tiempo para observar.
Como pasa el tiempo… dos meses, dos meses han pasado desde que los Horan se habían marchado, sin decir nada, solo dejando atrás un pasado funesto y con la promesa de un futuro incierto.
Harry alcanzo con su mano un oso de peluche, color amarillo y con una gran sonrisa. Sosteniendo un cartel roto de “Te quiero” entre sus manos. El ruloso lo acerco a su rostro y casi sonrió al imaginarse a Zayn obsequiándole el cursi obsequio a Niall.
Zayn… Harry se estremeció y dejó el osito en su lugar.
¿Cuanto puede cambiar la vida de las personas en dos meses? la respuesta correcta es, mucho.
Suspiro y se sentó en la cama, sus manos jugaban entre si y su mirada recorría la olvidada habitación.
Viejas fotos adornaban una pizarra vieja, y algunos otros postips.
Harry exhalo y se volvió a levantar, entro de casualidad al baño y encontró todo tal y como había estado el ultimo día que vió a Nialler. Sus ojos examinaron sin cambiar de expresión las gotas de sangre y las manchas de sarro en las baldosas azules.
Observo que en un estante a un lado del escusado, tenía revistas. Había revistas de autos, de ciencia y una de farándula con una mujer semi desnuda en la portada, Harry rio por lo bajo como imaginando a Nialler observando a la chica, y se rió aún más de ese pensamiento. Es gay Harry, recuerdalo.
Salió y se encontró de frente con el espejo del rubio, un espejo con el marco empolvado y se imagino a Niall mirándose de frente, con los ojos rojos y las uñas crispadas, un segundo antes de tragar las píldoras… Sacudió su cabeza y se deshizo de la horrible y tormentosa imagen, y lo único que vio en el espejo, fue su rostro.
Un rostro al que por mucho tiempo, no habían quemado los rayos del sol. Un rostro que poco a poco iba recuperando su color.
En la mesita de noche, encontró una caja de música.
Harry frunció el entrecejo, pues generalmente esas cositas, eran regaladas a las niñas pequeñas para mantener sus sueños y sus esperanzas dentro. Tomo la delicada pieza y la examino, de color negro, dorado y rojo, con un pequeño botón escondido debajo.
Abrió la caja musical, y una suave melodía le recorrió y heló la sangre.
Suave terciopelo rojo y en el centro, dos niños pequeños en un sube y baja que giraba y daba vueltas a la par con la calmada melodía. Un pequeño espejo en la tapa superior, y con curiosidad, Harry paso uno de sus dedos por sobre la herradura de una llave.
La música tranquila le crispaba los nervios… y en su mente, una imagen de Niall escuchándola con los ojos llorosos, las manos temblando, una navaja en una mano, y en la otra sosteniendo un puñado de píldoras para dormir.
Harry se enjuago los pensamientos con agua del grifo del baño, y la perilla parecía haberse oxidado más de lo necesario en estos dos meses.
Volvió a cerrar la puerta del cuarto de baño con cuidado de no provocar mucho ruido, de todas formas nadie lo escucharía pero mejor, estar seguros.
La curiosidad era lo que lo había atraído a la casa, con el jardín descuidado y el gran árbol en el centro.
No buscaba nada en realidad, pero… cierta culpabilidad le decía que debía ir a ese olvidado lugar.
Un mes completo tubo para echarse la culpa del suicidio de su amigo, {-Y haz pensando en… suicidio? -No Harry, no he pensado en eso…} El castaño apretó los ojos evitando ese tipo de pensamientos regresar a su mente. Y solo basto una semana más, para darse cuenta de que estaba a punto de acabar del mismo modo que Niall.
El otro mes, lo había ocupado yendo con una psicóloga, y mirando como el resto de sus amigos se marchitaban.
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Cuando alguien se va |Larry & Ziall| {LCFNL2}
FanfictionCuando al mundo se le ocurre ser caprichoso, tienes dos opciones: Caer o seguir intentando. A Harry le han dado otra oportunidad para optar por la segunda opción. Ahora, él tendrá que aprender las bellezas de la vida mientras intenta resistir a los...