Cuando alguien se va |Larry & Ziall| {LCFNL2}

Capítulo 22 [Parte 2]

Capítulo 22. [Parte 2]

A veces solo quisiera abrazarte y decirte cuanto te amo.

Harry metió su cabeza en el pecho de Louis y se aferró a él con fuerza.

-Ya... ya... -trato de calmarlo el ojiazul con su vos canturreada, acomodando al ruloso entre sus piernas para tranquilizarlo entre sus brazos.

La felicidad eterna invadió cada parte de el al sentir en sus brazos a aquel niño que amaba con todo su corazón y había perdido tiempo atrás. Lo abrazo fuerte envolviéndolo con ambos brazos y besando su cabello enrulado.

Aunque en realidad, se le oprimía el corazón de ver a Harry tan roto sin saber porque.

Harry por otro lado no sabía, no sentía, no creía nada... Estaba llorándole a sus recuerdos que rebotaban dentro de su cráneo, a sus recuerdos y a esas voces en volumen máximo que le gritaban todas esas cosas malas que él ya sabía. Sabía que Louis estaba allí, a su lado, pero fuera de eso no sabía nada más... estaba asustado, asustado y con los nervios consumidos a punto de estallarle a causa de las voces.

¡Por favor no las escuches!

Charlotte se tapaba la cara mientras el llanto escurría por sus ojos.

Tan pesado era conocer la historia, tan espeluznante, tan... doloroso.

Y eso era lo que sentía la chica... Dolor, frio, pánico...

Cuanto deseaba poder cambiar el pasado y moldear el futuro, cuanto deseaba ser un héroe como los que veía con su hermano... Cuanto deseaba que la vida fuera fácil como es en las películas o las historias de la televisión, de esas que son de amor... No tienen idea de cuanto lo deseaba.

Louis beso la cabellera enrulada y alzó los ojos para ver a la pobre chica encogida tapando su rostro...

-Charlie... -la llamó, ella siguió llorando- Charlie ven acá -dijo con la vos más suave que pudo, Charlotte al fin descubrió su rostro poco a poco y se acercó a él mientras trataba de calmarse a sí misma.

Cuando estuvo frente a Louis, la chica se agachó para abrazarlos a ambos, escondiendo su rostro entre el hueco que se formaba entre Harry y el.

Louis no conocía ni la mitad de lo que Harry conocía a Charlotte, pero aun así tenía entendido que la chica, fanática de las sonrisas y la verdadera "buena vida", era un ángel de felicidad ignorante de los horrores de esta vida... Eso le hizo saber, que el causante de estos dos corazones rotos no era nada más y nada menos que las viejas cicatrices de Harry brotando sin permiso de su boca.

Pasó un poco de tiempo así, en el que Louis los abrazaba a ambos tratando de no llorar sin sentido alguno.

-L...Lo siento... -dijo ella separándose de él y enjuagándose las lágrimas, aunque estas volvieron a salir en un segundo, Louis ocupo el brazo liberado que tenía sobre ella y lo paso por la espalda de Harry de arriba a abajo en un intento por calmarlo.-Lo siento de verdad Louis...

Ella trato de mirarlo a los ojos, pero fue inútil porque no pudo aguantar las lágrimas.

-Ya... ya tranquila -le hablo calmadamente el ojiazul.- todo está bien ¿Qué pasó?

Ella negó y cerró los ojos, tratando con todas sus fuerzas controlarse.

-Él me contó -se enjuago las lágrimas- sobre su amigo...

Louis entre abrió la boca y bajo la vista. Lo entendió entonces.

-Yo... yo no puedo con eso -dijo ella llorando y volviendo a taparse los ojos. El mayor extendió uno de sus brazos (y con el otro aferro con más fuerza a Harry) y le acarició la espalda de arriba a abajo del mismo modo que había hecho con el menor.

-Todo está bien... -dijo tratando de no llorar, los chicos fuertes no lloran, Louis, se dijo a sí mismo- todo está bien Charlie...

Ella negó en silencio aún con sus manos sobre su cara.

-No, todo está jodidamente mal...

Bajo sus brazos, el bultito que era el ruloso temblaba y se debatía en un mar de oscuras batallas consigo mismo, en las cuales, estaba perdiendo y eso nadie, lo sabía...

-No, no... -la atrajo de nuevo a su cuerpo con dificultad- todo está bien, tranquila...

Ella se apoyó en el hombro de Lou, y siguió llorando.

Al final, no puedes pedirle a un corazón que pare de llorar.

...

El tiempo pasa, las sonrisas se van volando, los momentos desaparecen y los recuerdos se vuelven borrosos. Las vidas cambian, se vuelcan y se vuelven sin sentido, las sombras te siguen y pareciera llegar un momento en el que son tus únicos amigos. La razón se esfuma, el corazón escuece, las llamas consumen y en el silencio aún amanece.

Logan sostuvo la mano de Austin en silencio, y ninguno de los dos dijo nada.

El chico de los ojos grises no juntaba la mirada con el de los ojos verdes, ni sentía apatía por él ni mucho menos disfrutaba de su compañía... Pero agradecía en silencio que estuviera allí.

Austin cumpliría apenas 17 años para enero, y su vida ya no tenía sentido ni hilo alguno.

Se odiaba más de lo que cualquier otra persona pudiera odiarlo, incluso más de lo que Niall lo haría si estuviera vivo.

Se odiaba incluso más de lo que Zayn podría odiarlo...

y eso es preocupante.

Por los ojos grises clavados en el techo de la habitación pasaban recuerdos horribles y pensamientos crueles que el solo se podría tragar en un intento por no gritar, llorar y ahorcarse allí mismo frente al muchacho de los ojos verdes.

Toda una caja de esperanzas y sueños era tirada a la basura y posteriormente incinerada en una hoguera donde el propio Austin era el anfitrión. Una parte de él quería matarlo, y la otra se sentía un niño pequeño acurrucado al fondo de la habitación.

Indefenso.

Indefenso de sus propios pensamientos y reclamos crueles. Esclavo de su propio mundo perdiendo la cordura y la realidad de las cosas...

¿Te has preguntado si el mundo estaría mejor sin ti?

En fin, uno más uno menos no cambiará al mundo.

¿Oh si?

Claro que sí, para Zayn, uno menos había sido la diferencia.

Entre la cordura y todo lo que amaba.