Dejar su partida.
Su dedo índice señaló a su paso las heridas que alguna vez estuvieron ardientes. Se enjuago las lágrimas con la manga de su sweater y sintió como la piel se había recuperado dejando rastro a su paso.
La piel nueva era suave, pero a diferencia del resto de su piel, esta estaba en pliegues desiguales y crueles.
Cada que lo recordaba, la garganta hacía acto de presencia y le recordaba a Harry que el mundo no es perfecto.
Que nadie lo es.
Existía la voz, siempre existió... Pudieron haber gritado que se sentían mal, que necesitaban saber que alguien estaba aquí para ellos. ¡Pudieron gritar!, pero no, ambos se decidieron por gravar estos recordatorios en sus cuerpos.
El corazón deseaba llorar, esa sensación de vació no se iba, ¡Y la culpa tampoco!
Él pudo haber cambiado algo de esta vida, tan cruel e injusta.
Estaba de pie, frente a la ventana de la habitación de su amigo, las piernas le temblaban cada pocos minutos, pero aun así se sostenía firmemente mirando hacía las ramas del gran árbol del que alguna vez, de niños, los 6 habían jugado a columpiarse.
La pieza vacía, sin Niall, sin Zayn...
Sin vida, más que solo la de Harry.
Aun latiendo, pero su corazón ya no lo siente.
Calstey, su psicóloga había dicho que dejará de culparse, que nadie puede leer mentes; que él puede hacer algo y salvarse a sí mismo, y es lo único que puede hacer.
Se había puesto a llorar y la había abrazado, porque en ese momento ella era su única amiga.
De pie como estaba, miró la calle de fuera empedrada, con un ambiente más atrás en los siglos.
La casa olía a humedad, y la luz no iluminaba a pesar que las cortinas estaban corridas.
Evitaba bajar la vista a las manchas secas en el piso, pero a veces le resultaba inevitable.
Aquella escusa frecuente, y el refrán de que en la vida hay que vivir del presente, provocaban en Harry una sensación de asco. Él había querido seguir, pero esas voces lo siguieron de vuelta.
Pero con toda su fuerza evita escucharlas.
Niall y el... amigos desde los 8 años. No sabes a lo que se enfrentaron ambos amigos, es tener la vida de frente, la muerte, y recibir el veredicto en soledad.
Allí es esa habitación ajena, se sintió como en el principio, a la espera de que llegará Zayn ardiendo en deseo por matarlo y recriminarle en la cara que él tenía algo de culpa de esa muerte.
Se sintió triste, vacío, solo, y todo junto.
Liam y Sofi trataban de buscar su perdón, pero, ¿a dónde fueron esas ganas de saltar sobre ambos y llenarlos de abrazos?
¿Dónde estaba Louis, aquel que lo obligo a vestirse de zanahoria? ya sabes, ese chico raro que a pesar de todo siempre sonríe, y que intentó hacer comer zanahorias a Harry, a la fuerza, y que siempre le repitió que para él ya era perfecto?
¿Dónde está Rocci y su Liam?
¿Dónde está Sofi y su Louis?
¿Dónde está Zayn y su Niall?
A donde, a donde fueron todos...
Subió su mirada al frente cuando recordó, después de tanto tiempo, un 26 de abril.
26 de abril... ¿De dónde recordaba haber visto esa fecha?
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Sólo para aclarar, esta y la primera parte del fanfic los escribí ya hace algunos años. Soy consciente que la ortografía da mucho de que desear, al igual que la naracción (especialmente en Los Chicos Fuertes No Lloran). Más que nada, estoy resubiendo la historia con la intención de tener el archivo guardado, y para las personas que lo leyeron en esos entonces.
Si estas leyendo esta historia por primera vez, me gustaría entonces pedirte perdón por la ortografía y la narración. Y gracias por soportarla. Subiré el resto del fanfic con forme tenga tiempo.
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Cuando alguien se va |Larry & Ziall| {LCFNL2}
FanficCuando al mundo se le ocurre ser caprichoso, tienes dos opciones: Caer o seguir intentando. A Harry le han dado otra oportunidad para optar por la segunda opción. Ahora, él tendrá que aprender las bellezas de la vida mientras intenta resistir a los...