Cuando alguien se va |Larry & Ziall| {LCFNL2}

Capítulo 3. [Parte 2]

Capítulo 3.  [Parte 2]

A veces quisiera liberarme de estas pesas, y desabotonar mis alas.

La pelinegra atrajo al castaño a su cuerpo y riendo ambos se abrazaron.

La tarde venía cayendo y Harry se había ofrecido a acompañarla a casa. Él estaba encantado con poder hablar con alguien, aunque un secreto se escondía bajo esos ojos verdes, y ella lo notó.

Un tema de conversación.

¿El suicidio de un amigo, un hermano, es un buen tema de conversación?, No, por supuesto que no. Harry veía las miradas minuciosas que Charlotte realizaba en el cuándo ella creí que el miraba a otro lado. Harry no decía nada y prefería evadir ese tema, tanto el de Niall como el de su propia mente.

Guardaba ciertas cosas porque con el paso de los años, había aprendido a arrepentirse al hablar de él mismo, y eso lo había convertido en alguien precavido a las personas que se ocultaban tras una máscara en esta vida.

Charlie no era ni buscaba ser una entrometida, ni quería incomodarle y tampoco le prestaba mucha atención a esa curiosidad, ella no era mal intencionada, pero Harry mantenía una fina línea aún.

La chica era tímida pero una vez que la tratabas, era la persona más fiestera del mundo, celebrando la vida a cada instante... Las mechas en su pelo eran muestra de su ser salvaje y libre, demostraba ser alguien a quién no le importaba la crítica social y sus ojos solo veían para disfrutar.

Los ojos castaños y los verdes se entendían perfectamente, ambos reían de lo mismo y parecían ser amigos de la vieja infancia.

Sofí.

Harry miraba en Charlie lo que encontraba y no encontraba en su aún, mejor amiga. 

Sofía Tomlinson era un alma libre y alocada, sin pena alguna y dispuesta a muchas cosas, siempre llamando la atención por su belleza y su brillante espíritu. Siempre ruda y fuerte, sin ser frágil y defendiendo sus intereses. El cabello rapado a la mitad era prueba de ello, y a diferencia de lo que Charlie parecía, no era para nada tímida.

Además de poseer esos ojos y esas sonrisas, que Louis también tenía...

Pero la diferencia, era notoria.

Sofí sabía todo o casi todo de Harry, Charlotte no.

Sofí había consolado a Harry cuando lo necesito, Charlotte no.

Sofí había conocido al niño de los rudos, Charlotte conoció al adolescente ruloso.

Sofí había conocido su alma pura y más inocente, Charlotte no.

Sofí había conocido su alma rota y su fragilidad, Charlotte no.

Pero a diferencia de Sofí,

Charlotte estaba allí para él, ahora.

Pararon de caminar justo frente a una casa blanca y amelonada. La propiedad no era muy grande ni muy lujosa, pero tenía ese toquecito colonial y un airecito a... hogar.

-Gracias por traerme Harry...

El ruloso sonrió.

-No, gracias a ti por ayudarme con esto -puso su mano sobre la cámara de la pelinegra- es lindo tener metas en esta vida.

-Lo sé, y ¡espera a que se hagan realidad! -dio pequeños saltitos emocionada, Harry era feliz junto a ella.

-¿Ósea que si iré a una fiesta gay? -bromeo Harry.

-De hecho, te tendré que conseguir una pareja para que vayas con él, una chica en esos lugares no es bien recibida -torció la boca y Harry levanto una ceja- pero irás a esa fiesta, yo lo sé... y usas protección...

Se miraron y ambos se echaron a reír.

-Harry de verdad esto es tan divertido, ¿Podríamos repetirlo mañana?

-Claro -dijo el mostrando esos perfectos dientes- paso por ti si quieres.

-Genial -sonrió y lo abrazo- vamos, no quiero que te resfríes -sonrió.

-Nos vemos mañana Charlie.

-¡Adiós, rulos! -dijo ella entrando a su casa.

 …

Que calle tan pintoresca, colonial y perfecta.

Una calle que jamás había recorrido en su vida, y se empezaba a dar cuenta porque jamás él y Charlotte se habían tropezado alguna vez. 

Aspiro hondo y alzo su rostro al cielo...

Los suicidas no van al cielo.

El frio recorrió su cuello y se acuno en la última vertebra de su columna, cerró los ojos y froto sus parpados con la tela de su par de guantes.