Recuerdos [17]

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El cerrojo cedió con un clic y el chirrido de la puerta al abrirse era lo único que la separaba del silencio.

Las zapatillas sonaban en golpecitos al pisar la madera o el concreto de la casa.

Cerró la puerta con cuidado tras de sí no sin antes asegurarse de que nadie la estuviese viendo.

Noviembre 14, tres semanas después de la muerte de Niall.

Las estaciones del año apenas se estaban juntando, pero el frio helado ya azotaba a la ciudad de Londres.

Sofí se aventuró a pequeños pasos por la casa vacía y fría, mientras su vista recorría cada rincón de los recuerdos de la familia Horan. Fotos de la familia, recuerdos de cumpleaños y bodas y algunas flores marchitas en el centro de la mesa. Eran alrededor de las 6 de la tarde, tenía en su poder la llave de la casa de los Horan que Liam guardaba.

Había querido venir sola a pesar de que el castaño le dijera que no.

En algún lado de la pequeña casa una gota de agua caía y provocaba un ruidito, el viento en la entrada azotaba contra unas campanillas que colgaban de la madera y un reloj se había detenido marcando las 8:30.

La casa estaba medio a obscuras, con la simple luz que se colaba por la ventana de la cocina. Seguramente abrían cortado la electricidad.

¿Por qué estaba allí?

Por la misma razón que Harry la primera y segunda vez: Se sentía atraída.

Avanzo y sus manos tomaron el barandal de la escalera, sus pisadas provocaron chirridos en la madera de las escaleras. Subía y después camino a la habitación conocida.

La puerta chirrió al abrirse y Sofi se tapó la boca al mismo tiempo que el corazón le palpitaba a mil. 

Sangre. Sangre manchaba las sabanas de la cama y una horrible visión en el suelo le aguardaba.

El piso blanco estaba engullido en manchas decrepitas rojas, que se habían secado y marchitado con el paso del tiempo, pero seguían intactas.

Algunas gotas iban y venían de allá para acá, un hilo formaba el camino del baño hacía un lugar en el centro de la habitación donde un charco seco le dio la bienvenida.

Su piel palideció cuando recreo en su mente la imagen de Niall, y parecía una macabra broma de su subconsciente:

Se había cortado los brazos y unos rasguños en el cuello, recordaba lo que Zayn había dicho haber visto ese día.

Su mente recreo todo paso por paso... Seguramente esa sangre que iba del baño a la cama era la de sus brazos y heridas, y el camino chorreante seguramente fuera el resultado del temor de Niall cuando iba a tomar las píldoras.

Las tomó, y entonces, la mancha de sangre del suelo era proveniente de los órganos muriendo de Niall.

Se tomó la cabeza con las manos sintiéndose mareada, era horrible.

Por un momento perdió el juicio y estuvo a punto de gritarle a su mente que se callara de una puta vez.

Pero no lo hizo.

Después de eso encontró la llave, a un lado de la almohada que también tenía sangre, y luego la caja de zapatos, el oso y por último, la caja de música.

Cuando alguien se va  |Larry & Ziall| {LCFNL2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora