Capítulo 11 [Parte 1 y 2]

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La persona que se escondía de su reflejo.

No se preocupó por abrigarse con su bufanda, ni de traer el abrigo, ni por llamar a Zayn o a nadie.

Se preocupó por Niall, se preocupó por sí mismo.

Ni siquiera se detuvo a escuchar a Logan cuando este le confeso saber el paradero del diario e intento detenerlo de hacer una locura.

-¿Harry? -escucho detrás de sí.

Paro de correr y vio a Charlie, con el cabello de nuevo, diferente.

El pecho de él se elevaba mientras las lágrimas luchaban por no salir.

-¿Estas bien, Harry?

El ruloso apretó los ojos y negó con su cabeza, Charlotte se acercó.

-¿Qué paso? -le pregunto ella limpiando una lagrima del ojiverde.

-Me mintió, me mintió... ella si sabía quién tenía el diario -dijo sin evitar las lágrimas salir-

-¿Qué cosa? -Charlotte no entendía de que estaba hablando.

-¡Sofía me mintió! -Harry estaba furioso- ¡Ella sabía perfectamente quien tiene el diario!

Charlotte lo abrazo sin ser capaz de entender a que se refería Harry, pero al verlo de esa manera, supuso que era sobre Niall, el viejo amigo de Harry del cual muy poco sabía. Pero sabía que le causaba remordimientos al ruloso.

-Logan lo vio -dijo llorando en el pecho de la pelinegra- y le dijo a Sofi... Sofi sabía y no nos dijo nada...

-Tranquilo Harry... -ella le frotaba la espalda con una mano-

-Ese maldito bastardo -apretó los puños- ¡Austin Mahomett se va a ir al infierno!

Capítulo 11. [Parte 2]

Libertad aprisionada.

Juguemos a la muerte.

¿Cómo se juega?,

fácil, solo cierras los ojos y dejas de respirar.

¿Sencillo?, el juego se llama,

Suicidio.

¿Cuantas formas de suicidio existen? humm...

Una, desangrado. Dos, píldoras para dormir. Tres, la dulce muerte. Cuatro, colgarse. Cinco, aire en tus venas. Seis, Arrojarse de un puente. Siete, dejar de comer. Ocho, parase frente a un auto. Nueve, Congelado. Diez, veneno de ratas. ¿Eres capaz de nombrar más?

¿Si? Pues ten cuidado, alguien que está interesado en el suicidio, sabe poner al menos dos más.

Trago con dificultad las dos píldoras blancas mientras un vaso de agua ayudaba a resbalar.

Sus ojos se movían de un lado, a otro. ¿Qué tanto mira a su al rededor?

Su respiración ya nunca era normal, lo anormal se había convertido en cotidiano.

El cabello castaño claro estaba deslucido, y los ojos tan tristes y abiertos, como alguien que espera la muerte.

Él no la espera, el ya hizo un trato con ella.

Sonara cruel, pero él y Niall tienen cosas en común.

Su casa a obscuras estaba, a pesar del miedo repentino a la obscuridad, pues él lo que buscaba era eso. Tranquilidad.

Pues las pesadillas no lo dejan de martirizar, lo persiguen y se vuelven burlonas de él.

Los ojos grises del chico quieren dejar de ver sus recuerdos, quieren dejar de repetirlos.

Miro el frasco de pastillas {los frascos de pastillas de Niall pertenecían a mamá}, la mente le daba empujones para que cayera más dentro.

Observo los antidepresivos, los miro con detalle.

Manera de suicidio número 11, antidepresivos.

Cuando alguien se va  |Larry & Ziall| {LCFNL2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora