Cuando alguien se va |Larry & Ziall| {LCFNL2}

Capítulo 15. [Parte 1]

Capítulo 15. [Parte 1]

Y me quedo solo.

Abrió de golpe la puerta del establecimiento, pero nadie se dio cuenta o le prestó atención bajo las luces y la música alta.

La alta figura de Louis choco contra los cuerpos calientes de los adolescentes que estaban lo suficientemente perdidos en gotas de alcohol como para que se dieran cuenta de ello.

Sus ojos azules se clavaron en la barra, donde el cabello castaño de Andrew se arremolinaba junto al de una rubia. Louis miró con asco el vestido de ella, que estaba manchado de lo que probablemente habría sido la bebida de su compañero, y no le llamo la atención el ver como el chico oprimía un pecho que salía del escote entallado de ella.

A unos metros diviso a Jeff tomando solo, y a Collin pegando su cuerpo al de una chica en la pista de baile.

Louis se hacerco donde la tomada chica se reía ante los ojos sedientos que le acosabán el cuerpo.

Algunas otras personas chocaron su cuerpo con el de el, pero solo le importo plantarse frente al castaño de la gran sonrísa.

-Te decidiste a venir -lo miró Andrew, quien dejo libre el pecho de la chica como para que Louis lo mirará, y siguió- pense que me dejarías plantado.

-No vengo a eso -Los ojos azules parecían no necesitar parpadear mientras mirabá al castaño.

-¿A no? -exhalo- vaya, pensé que si.

Andrew miró la cara de pocos amigos de Louis y supó que algo andaba mal para el.

-Y entontes, ¿Te invito una copa, un cigarrillo, una amiga? -la chica en sus piernas reía a carcajadas.

-¿Qué sabes de Mahomett? -preguntó sin rodeos.

La sonrisa de Andrew se esfumo dejando en precensia una linea recta en sus labios.

-17 años, ojos grises, las mujeres siempre me prefieren a mi -alzo los hombros tratando de llevar al ojiazul por otro camino- es un niño.

-Anoche estubo en el hospital -siguió frio Louis- quiero saber porque.

-Vamos -trato de relajarlo el otro- es marica, ya no importa.

Los nudillos de Louis se volvieron blancos cuando este les apriciono entre sus carnes apretadas.

-¿De verdad no hay algo que por tu bien deba saber? -pregunto en tono medio Louis.

La intención de intentar bromear con el de Andrew, se esfumo.

-No hay nada con ese.

Los ojos azules parecieron obscurecerse, Andrew lo notó.

-Vamos Louis, tienes mala facha, pareces prostituta usada -Hizo que la chica se levantara de sus piernas y el quedo de pie, junto al ojiazul. - Te invitó un trago.

La chica choco con un hombre de tez morena, alto y robusto quien sonrió sin buena intención al tenerla en sus brazos y se alejó con ella.

Louis no respondió, se limitó a observarlo.

Andrew giró los ojos y con sus dedos llamo a un chico, probablemente de 25 años. Por la forma en que Andrew y él se miraron, intercambiando paquetes, erán conocidos recurrentes.

-¿Sabes que es esto? -movió el paquetito frente a los ojos de Louis, y al instante todo en el sufrió un calosfrio, Andrew sonrió al notar la reacción- extacis y tengo una importada muy especial en casa, polvo de angel -sonrió triunfante. -para ti y para mi, Tomlinson.

Las venas de Louis latieron con fuerza, enviando una potente descarga de sangre deceosa y confundida, que llegaba al corazón y con la cistole y diastole se volvía a enviar al resto del cuerpo, esparciendo la necesidad por consumir.

-Vamos -le extendió la mano con una pastillita allí. -te hará sentir bien.

Louis evito tragar, porque sabía que si lo hacía, aunque solo fuera saliva lo que tragaba, querría probar y no lo resistiría. Sus ojos deseosos se posarón allí como un niño aría en una tienda de dulces.

Las manos le sudaban y escucho su corazón exigiendo desde el silencio de dentro. Sus oídos captaron el sonido de las venas hinchandose por provar aquello.

Y olvidándose de todo, se llevó a la boca el dulce caramelo sintiendo como resbalava por su garganta.

Y entonces Andrew sonrió.