Capítulo 9

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Cuando subimos las escaleras y entramos a la casa, sus padres estaban sentados viendo la televisión. El dueño tenía el brazo por encima de su omega, quien estaba recostada contra su esposo cómodamente.

Me detuve en la puerta, inseguro de si podía irrumpir de esa forma.

John pasó por mi lado y entró como si nada.

– ¡Estamos aquí! – Alzó la voz de pronto, rompiendo el buen ambiente.

Llevé mi mano a la cara.

- Oh, ¡chicos! Querido, viniste. – Canturreó su madre, reincorporándose en el mueble.

- Buenos noches. – Respondí. Me había acostumbrado a ser llamado de esa forma por ella.

John volteó hacia mí y me sonrió.

- Pasa, no seas tímido. – Dijo, rebosando confianza.

Lo miré mal y entré.

El dueño se puso de pie y siguió a John, quien había entrado a lo que parecía ser la cocina.

La omega me hizo señas con la mano para acercarme. En cuanto estuve a su lado, dio palmaditas a su lado en el mueble para que tomara asiento, así que lo hice.

Antes que John llegara, solían insistir en que comiera con ellos. Acepté varias veces para no ser maleducado y terminaban bajando la comida, cenando en una de las mesas del café. Pero desde que llegó él, notaron que estaba casi a la defensiva, y seguramente fue por eso que dejaron de preguntar.

Así que esta era mi primera vez entrando a su casa.

Mientras que su padre alistaba la mesa, John preparaba algo en la cocina.

- Aquí cenamos temprano. – Dijo la omega, al verme pasear la mirada entre ambos.

En realidad lo hacía porque me sentía mal al verlos hacer todo.

- Oh, entiendo. – Respondí. – Déjeme ayudar, por favor. – Me ofrecí. Intenté levantarme, pero colocó una mano en mi hombro e hizo que me sentara nuevamente.

- Deja que te engrían un poco. – Me guiñó un ojo y se quedó a mi lado.

Le sonreí y volteé a ver hacia la cocina. Comenzaba a oler delicioso.

No estaba acostumbrado a cenar. Solo tomaba algo y eso era suficiente, pero aquí al parecer preparaban comida como si fuera un segundo almuerzo.

- Comen mucho. – Dijo de pronto la omega. – Quizá porque son hombres y John es enorme, agrégale que es un alfa también. – Rió.

Recordé cuando vivía con Matt y él solía comer mucho más que yo.

- Sí, debe ser. – Dije, perdiéndome en mis pensamientos. Siempre terminaba cocinando de más, pero él comía todo lo que hacía, incluso al inicio cuando aun no era tan bueno en eso. Y terminaba con una sonrisa en el rostro en agradecimiento, además de plantarme un beso cariñoso en la frente.

Solía pensar en que parecíamos realmente unos recién casados. Él llegando a casa después del trabajo mientras yo me encargaba de las cosas del hogar. Casi siempre Matt me encontraba terminando de cocinar, por lo que rápidamente me quitaba el delantal e iba corriendo a darle un beso.

Él sonreía y me abrazaba.

- ... Lex. – Escuché de pronto, sacándome de mis pensamientos.

- Oh, - Dije. – Disculpe, ¿Qué?

Puso una mano en mi pierna y apretó un poco a modo de consuelo.

Le sonreí. Me gustaba el modo en que intentaba consolarme a pesar de no saber el por qué estaba así.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora