- ¡¿Qué?! – Gritaron todos al unísono.Comencé a masticar lentamente el pollo que acababa de meterme a la boca.
- ¿De verdad tienes solo diecinueve? – Preguntó el dueño.
Asentí con la cabeza.
Mi relación con Matt comenzó cuando tenía trece. Cuando terminé la escuela me mudé con él y me dediqué a solo trabajar parcialmente cada cierto tiempo y a encargarme de todo en casa.
- Con razón te veías tan joven... – Dijo el dueño arrugando el entrecejo.
- ¿Qué no le preguntaron eso cuando vino a pedir trabajo? – Les preguntó John, picando una zanahoria con su tenedor.
Sus padres se miraron y soltaron una risilla cómplice, haciendo que riera también.
John solo negó con la cabeza, riendo por lo bajo.
- ¿Y tu familia? – Preguntó de pronto la omega.
- Supongo que en su casa. – Respondí.
Los esposos se miraron mientras John masticaba, manteniendo su vista en mí.
- ¿Saben que trabajas aquí... a tiempo completo?
Negué con la cabeza.
- ¿Qué hay de los estudios?
Fruncí el ceño y negué nuevamente.
Vi sus rostros preocupados y decidí explicar un poco mi situación.
- Me mudé en cuanto la escuela terminó, así que desde ahí no sé nada de mis padres. Y ahora trabajo aquí. – Dije, omitiendo la parte de Matt y metiéndome otro pedazo de pollo a la boca.
No planeaba contarles sobre mi vida, pero me habían dado tanto que al menos merecían saber eso.
Aunque luego de haberlo dicho, sentí que eso solo los haría preocuparse más.
- Estoy bien. – Agregué.
- Ni siquiera eres legal en Corea. – Dijo John en voz baja.
Lo miré y sonreí. No estaba seguro si lo decía para desviar el tema de mi familia, pero lo agradecía.
- No estamos en Corea. – Respondí.
Todos se quedaron en silencio y sentí que por mi culpa el ambiente se había tensado. Podía ver en el rostro de los señores que querían hacerme más preguntas, pero se aguantaban.
- No es tan malo. – Dije, intentando sonar relajado. – ¿Cuántos años tienes tú, John? – Pregunté casualmente, intentando cambiar el tema.
Se quedó callado un momento.
- No te lo diré. – Sentenció, y se metió una buena porción de ensalada a la boca.
- Eso no es justo.
- Tiene veintitrés. – Respondió su padre por él, lo que hizo que John casi botara el agua que justo había bebido.
- Ah, ¿en serio?
Era mayor por cuatro años. No era muy mayor que digamos, pero definitivamente me aseguraría de recordarlo para molestarlo con eso luego.
- A nosotros no nos preguntes, que no nos gusta decirlo. – Dijo la omega con una sonrisa.
- No lo haré. – Le respondí, devolviéndole la sonrisa.
Al hablar sobre mi edad, vino a mi mente que Matt había cumplido veinte el mes pasado. Hice una mueca.
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Predestinados (Omegaverse)
JugendliteraturLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...