Cuando volví a abrir los ojos, John estaba sentado en el piso al lado de la cama, durmiendo.No tenía idea de qué hora era, pero estaba completamente oscuro afuera. Estiré mi mano para despertarlo, pero me detuve a medio camino.
Lo observé por un momento.
Este chico se estaba preocupando por una persona que no conocía tanto, hasta el punto de traerme comida, e incluso quedarse dormido mientras esperaba a que despertara, seguramente para asegurarse que comiera lo que había traído.
No recordaba que alguien hubiera hecho algo así por mí antes.
Qué curioso era.
Justo ahora mientras lo veía dormir, se me hacía extraño verlo tan calmado, muy diferente a lo usual. Casi siempre estaba sonriendo y hablando con todo el que podía.
Incliné la cabeza para verlo mejor, pero cuando lo hice, moví sin querer la rodilla y lo golpeé en la cabeza, haciendo que cayera fuertemente hacia adelante.
Cubrí mi boca con ambas manos y la abrí de par en par.
John gimoteó y llevó una mano a la cabeza, sobándola.
No pude evitar echarme a reír, tapando mi boca con la sábana para amortiguar el sonido.
Me cubrí con las sábanas hasta la cabeza, sin poder parar la risa.
Cuando por fin me detuve, saqué la cabeza de entre las sábanas mientras limpiaba una lágrima, y descubrí a John sacando lo que había traído de una mochila térmica con una sonrisa.
Alzó la vista hacia mí y sonrió aun más.
- Por fin escucho tu risa. Es... como música para mis oídos. – Dijo de pronto. – Me gusta.
Dejé de sonreír y bajé la cabeza, avergonzado.
- Gracias, supongo. – Respondí.
- Pero sí me dolió. – Agregó, haciendo que riera de nuevo.
- Lo siento, fue sin querer. – Dije, intentando aguantar la risa.
Sonrió y me pasó un táper con comida, pero la quitó antes que la tomara.
- Deberías sentarte, prenderé la luz. – Se puso de pie y fue a prenderla.
Seguí su consejo, no sin antes dejar la casaca de Matt a un lado para que no se ensuciara.
Cuando volvió a mi lado, recibí el táper y lo mantuve cerca a mi rostro para que el olor llegara directo a mí.
Era pollo al curry y olía delicioso.
John movió su mano cerca a mis pies mientras me miraba, esperando que las recogiera para que se sentara. Las doblé y lo hizo.
Comenzamos a comer en silencio.
- ¿Siempre cenan pollo? – Pregunté, al recordar que la otra vez también habían hecho algo con pollo.
Justo había metido un bocado a la boca, así que esperó a terminar de masticar para responder.
- No siempre, pero es más fácil de preparar.
- Es así. – Respondí, guardando silencio de nuevo.
John terminó primero que yo y esperó a que también lo hiciera. Cuando tomé el último bocado, extendió la mano y le pasé el táper.
- Estaba delicioso. – Hice una pausa. – Gracias, John.
Sonrió y lo recibió.
- Se lo diré a mamá. – Lo puso sobre el suyo y se agachó para tomar la mochila térmica, metiéndolos ahí y cerrándolo después.
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Predestinados (Omegaverse)
Novela JuvenilLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...