Había estado practicando en cómo decírselo, pero ahora que lo tenía frente a mí con esos ojos azules mirándome, las palabras se mezclaron y mi mente quedó en blanco, así que me tocaba improvisar.- Ya... Debes saber por qué estoy aquí, con esto. — Dije alzando levemente las flores. — Sé que puede ser cursi, pero, um, espero que no te moleste, aunque ya sabías que lo haría hoy.
Intenté ignorar las miradas de todos alrededor que podía sentir puestas en mi.
- Alex... – Comenzó John, pero alcé una mano para que me dejara continuar.
- Sé que... Cuando nos conocimos, no estaba en mi mejor momento. Mi mundo solo se vino abajo de pronto y estaba completamente solo y enojado con el mundo, pero tú solo llegaste con esa enorme sonrisa, y no sé cómo, pero lograste reconstruirme pieza por pieza. Para cuando lo noté me asusté, y terminé apartándote.
Vinieron a mi mente los recuerdos de cuando me sentía destrozado, y John siempre estuvo ahí para consolarme.
- Todo... Fue una montaña rusa de emociones, pero pude sobrellevarlo gracias a ti. Fuiste como esa pequeña luz que ves cuando estás en completa oscuridad. Al inicio no te percatas de ella, pero en cuanto lo haces ya no hay vuelta atrás, porque te consume por completo. Y cuanto más me acercaba, más cálido me sentía.
John me sonreía dulcemente, lo que hizo que mi corazón diera un vuelco.
- Así que... Gracias. Me sacaste de esa oscuridad, y me hiciste querer seguir adelante. Querer buscarme a mí mismo, querer... Desafiar al destino una vez más. – Apreté el agarre en las flores. – John, no sabes todo lo que significas para mí, y probablemente no merecía nada de lo que hiciste por mí, pero así eres tú. Eres demasiado bueno para cualquiera.
Lo miré fijamente, sintiéndome listo.
- Pero, si me permites ser el que reciba todo eso de ti, daré lo mejor de mí para merecerte. Así que por favor, John, sal conmigo.
Mi mente me decía que debía ir a su lado para entregarle las flores, pero mis piernas no se movían, y me sentía más seguro tras la mesa.
Estuve varios segundos expectante por la respuesta de John, pero seguía sin moverse.
Su madre fue hasta su lado lentamente, dándole un par de toques con el codo, haciéndolo reaccionar, por lo que reí aún nervioso.
John le dio un vistazo y volvió la vista hacia mí. Comenzó a acercarse y los latidos de mi corazón se agitaron de inmediato.
Tragué con fuerza en cuanto lo tuve a mi lado, así que giré hacia él.
No podía leer su expresión para nada, pero con esos ojos azules fijos en los míos, mi corazón no paraba de latir, queriendo solo fundirme en ellos.
No había pasado por mi mente el que me rechazara. No después de lo de anoche pero, ¿Y sí lo hacía? Había hecho muchas cosas para merecer eso, así que había una pequeña posibilidad.
- Alex... — Dijo de pronto en voz baja, haciéndome dar un respingo. Al ver que no decía nada más, le pasé las flores.
Soltó una risilla y las recibió.
- Vaya, gracias. – Dijo mientras miraba las flores, volviendo su vista a mi. — Perdón, solo... Creí que con lo de anoche nosotros ya... – Dio un vistazo rápido hacia nuestro pequeño público y carraspeó, negando con la cabeza y sonriendo ligeramente, enderezándose. – Alex, nunca había creído en el amor a primera vista hasta que te vi. Sé que suena cursi, pero tú me diste flores, así que no me juzgues.
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Predestinados (Omegaverse)
Fiksi RemajaLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...