Fui a la cafetería dos días después de la conversación con John por mi celo. Era mi segundo, casi tercer día, pero no importaba. John me saludó al entrar con su sonrisa habitual hasta que tomó su teléfono. Desde ahí, estuvo distraído mirándolo. De pronto solo se levantó, dirigiéndose a las escaleras para llegar a su casa mientras comenzaba lo que parecía ser una videollamada, saludando en Coreano con un tono formal.Alcé una ceja, algo intrigado. Al menos no se había acercado tanto como para sentirme, lo que probablemente hubiera ocurrido considerando que era dominante.
Minutos después entró un cliente y me lanzó una sonrisa coqueta al verme. Ni siquiera hubo necesidad que se acercara para saber que era un alfa. Era enorme y bastante fornido, lanzando sus feromonas como si no fuera nada. Aun así no me inmuté, después de todo era solo un alfa promedio esforzándose por sobresalir, así que solo rodé los ojos ante sus intentos de coqueteo.
- Hey, ¿en verdad no me dirás a qué hora termina tu turno? – Insistió el alfa.
- No. – Dije cortante. – ¿Eso es todo? – Pregunté, refiriéndome a su orden.
- Qué directo. Sí, es todo.
Cuando estiré mi mano para recibir el pago, soltó el dinero antes de tiempo y me tomó de la muñeca. Jalé mi mano con más fuerza de la que planeaba y le lancé una mirada de odio. Cogí el dinero rápidamente y le dejé el vuelto en el mismo lugar.
El alfa llevó la mano hacia su rostro y lo olió.
Puse una cara de disgusto.
- Mierda, tu olor es delicioso. – Soltó el alfa, soltando feromonas al reaccionar a mi olor impregnado en su mano. – ¿Estás en tu época de celo? – Preguntó.
Me quedé helado.
¿Por eso había tomado mi muñeca? ¿Porque las feromonas se concentraban ahí? Este alfa en verdad podría ser un problema.
- Siéntese, lo llamaré cuando su orden esté lista, caballero. – Solté la última palabra con sarcasmo.
Me di media vuelta para preparar su pedido, escuchando una risa burlona tras de mí.
- Vamos, puedo esperarte. – Volvió a insistir. – Un omega en celo es lo mejor.
Sentí que mi ira crecía. Aun así lo ignoré lo más que pude y continué preparando la bebida.
- Asqueroso. – Soltó una chica de pronto, pero el tipo la ignoró.
Justo tenía que venir cuando estaba atendiendo solo, realmente tenía mala suerte. Estaba seguro que John había mandado a alguno de sus padres a ayudarme a atender, pero viendo que tardaba, seguro había sido a su padre.
Terminé de preparar su bebida y volteé a dársela para que se fuera de una vez, pero en cuanto lo hice, di un salto al ver que había estirado tanto su mano que casi llegaba a mi rostro. Rápidamente retrocedí, evitando que llegara hasta mí.
- Ah, vamos. Eso estuvo cerca. – Dijo sonriendo.
Respiré hondo. Si hubiera sido mi yo anterior, le hubiera tirado la bebida en la cara, pero intentaba dejar ese lado de mí, así que intenté calmarme. Además era café caliente, y no quería ir a prisión tan joven.
Aun así no podía evitar apretar los dientes con fuerza.
Llevó su mano nuevamente tras el mostrador y se apoyó mientras me seguía mirando. Rió y giró la cabeza por un segundo hacia la calle.
Aproveché ese momento para acercarme rápidamente y dejar la bebida en el mostrador, pero él fue más rápido y tomó mi brazo antes que dejara la bebida.
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Predestinados (Omegaverse)
Teen FictionLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...