Capítulo 31

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Intenté hablar lo menos posible con Dalia durante el resto de la mañana, solo haciéndolo cuando de pasar pedidos se trataba.

John había notado eso, y alzó una ceja hacia mí cuando cruzamos miradas. Solo atiné a sonreírle nerviosamente y seguir con lo mío.

Todo lo que había dicho Dalia me tenía nervioso, y ayer había decidido solo ignorarlo, pero el beso de John anoche había cambiado un poco las cosas.

No podía negar más que lo que sentía por John probablemente no era hacia un amigo, considerando todo lo que había pasado entre nosotros.

John pasó por mi lado y sacudió mi cabello, para luego seguir con lo suyo. Lo seguí con la mirada, habiendo decidido que tal vez eso no era parte de su coqueteo, porque siempre lo hacía, aunque no estaba seguro.

Con el pasar de las horas, y prestando mucha atención, lo entendí.

Cada vez que venía por un pedido, me sonreía, pasaba por mi lado aunque no hubiera necesidad, sacudía mi cabello, rozaba mis dedos adrede al pasarle algún café, e incluso los pasaba por mi mejilla con cualquier excusa, y a veces sin ninguna.

Ayer lo había pensado pero hoy me quedaba aún más claro. Eso podía considerarse una especie de coqueteo.

Y no era solo eso, sus acciones, besos, acercamientos exagerados y palabras durante todo este tiempo venían a mi mente, haciéndolo demasiado obvio. Tanto que no entendía como no lo había notado desde un inicio.

Había estado haciendo eso mucho tiempo, y todo lo que había dicho dejándome confundido ahora cobraba sentido.

Te esperaré. Había dicho ya dos veces.

Mi mente estaba hecha un lío. Ahora sabía lo que quería decirme con eso, y sabía que debería confrontarlo y decirle que lo olvide porque solo perdería su tiempo, pero algo me retenía.

Y gracias a Dalia, ahora sabía perfectamente lo que era.

Mis sentimientos.

Le lancé una mirada de odio a Dalia, quien alzó una ceja sin entender nada.

Pero era su culpa, todo era su culpa.

Había hecho que me diera cuenta de todo, incluyendo los sentimientos en mí que crecían cada día por él.

Le di otro vistazo a John, quien ahora sonreía por algo que uno de los clientes le dijo, para luego reír ligeramente, causando que mi corazón diera un vuelco.

Aparté la mirada de inmediato. John era un buen chico, tal vez demasiado, mientras que yo aún estaba enfocado en mi pasado y probablemente sería así por mucho tiempo.

Y no quería herirlo, no después de todo lo que hizo por mi. Pero a la vez, no podía permitirme sentir más por él.

Me planteé comenzar a evitarlo, pero sería casi imposible ya que pasamos casi todo el día juntos por trabajo.

Podría decirle que iré a casa solo de ahora en adelante, o tal vez podría pedirle a Dalia que viniera por mi.

Hice una mueca no queriendo ir con ella, pero no podía seguir enojado sabiendo que solo quería ayudarme de alguna manera, así que haría las paces con ella y así podría usarla de excusa para evitar que John me llevara al hotel.

No quería, pero era necesario. No debería permitir que mis sentimientos ni los suyos crecieran más, tenía que cortarlos ahora.

Antes que se fuera, la llamé y giró algo confundida.

- ¿No estabas enojado?

Negué con la cabeza.

- Sé que solo querías ayudar, perdón por reaccionar de la peor manera posible.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora