Capítulo 32

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Caminé hasta el hotel, donde Dalia me esperaba.

- Vaya, creí que vendrías con tu príncipe de ojos azules, pero veo que decidiste volver a evitarlo.

- Cállate.

Me dio un vistazo.

- ¿Todo bien?

Hice una mueca, pero asentí.

Suspiró y se acercó, pasando su mano por mi brazo.

- Bueno, digamos que te creo.

Comenzamos a caminar, con Dalia tomándome del brazo un poco más alegre.

- ¿Y a dónde vamos entonces? – Pregunté luego de caminar por unos cinco minutos.

- ¡A beber! – Gritó, lanzando su brazo libre al aire.

Abrí los ojos.

- ¿Con beber te refieres a cerveza? – Quería asegurarme.

Me miró y sonrió.

- Bueno, alcohol en general, pero sí, cerveza también. Lo necesitas, y mucho.

Nunca antes había bebido cerveza. Solo bebí licor cuando cumplí dieciocho y fue porque le insistí a Matt que comprara unas cervezas en su camino de regreso. En su lugar, compró whisky y me lo sirvió puro. Luego me dijo que había sido para que no volviera a pedir licor, porque no era bueno para mí.

Dudé entre si debía ir o no a beber, pero me hacía más ilusión el hacerlo. Después de todo, no podría ser tan horrible como un whisky puro.

Llegamos a la zona comercial y Dalia me arrastró a un bar.

Antes de entrar, me detuve y la tomé del brazo con ambas manos.

- ¿Entraremos aquí? – Pregunté algo nervioso.

- Claro, ¿Dónde más puedes beber con libertad?

- ... Nunca he entrado a un bar.

Abrió los ojos y se detuvo.

- Bueno, hay una primera vez para todo. – Me dio un jalón y entramos.

La bulla irrumpió en mis oídos con tanta fuerza que di un pequeño salto, encogiéndome de hombros.

- Es bastante genial, ¿no? – Dijo gritando en mi oído.

La miré frunciendo el ceño como si estuviera loca, a lo que soltó una carcajada. Sonreí ante eso, comenzando a pasear la mirada por todas partes.

Al no ser tan tarde, no había mucha gente y se veían las paredes rojas, decorados con grafitis enormes y algunos cuadros colocados en mala posición a propósito.

Siguió halando de mí hasta que llegamos a la barra. Nos sentamos y Dalia comenzó a mover la cabeza al ritmo de la música.

Era mi primera vez en un bar también, así que estaba bastante curioso.

- ¿Qué tomarán? – Preguntó el bar tender.

Ambos lo miramos y en cuanto nuestras miradas se cruzaron, abrió levemente los ojos.

Le sonreí y moví mi cabeza a modo de saludo. Miré hacia Dalia, esperando alguna recomendación.

- Oh, – Dijo en cuanto notó que la miraba. – Este chico es nuevo en esto así que, ¿qué nos recomiendas? – Se inclinó sobre la barra para que la escuchara mejor.

El bar tender dejó de mirarme un segundo para responderle.

- Mi especialidad es el pisco sour, pero es algo fuerte. Pueden pedir también una margarita, o mejor un mojito, que es más suave. – Miró en mi dirección.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora