Capítulo especial: Mi omega

1.4K 204 77
                                    



- Buenos días, mi alfa. - Alex tenía una sonrisa tierna mientras me miraba desde arriba, sentado a mi lado e inclinado hacia mi.

La luz del día traspasando la ventana lo iluminaba por completo. Se veía hermoso, como todas las mañanas.

Acerqué mi mano a su mejilla y apoyó la suya sobre la mía, cerrando los ojos y disfrutando de mi toque.

Intenté darle los buenos días, pero mi voz no salió.

De pronto, todo se oscureció.

Y abrí los ojos.

Apoyé el antebrazo en mi frente y suspiré.

Sentí húmedo el rostro, por donde las lágrimas se habían abierto paso.

Ese sueño se repetía una y otra vez, y cada mañana despertaba con el corazón doliéndome.

Giré hacia donde debería estar Alex, mi omega.

En su lugar, observé el rostro dormido de Daerim. Pasé una mano por su mejilla e hizo una mueca.

Eso me sacó una pequeña sonrisa.

Cada vez que la veía, sentía como si mi alma estuviera completa, como si solo la necesitara a ella para vivir.

Pero a pesar de eso no era suficiente, porque no era la persona que amaba.

No estaba seguro si llegaría a amarla alguna vez, pero era mi pareja ahora.

Y no era una mala persona, así que no quitaba esa probabilidad.

Suspiré y mi mirada se fijó en un punto ciego.

Con cada recuerdo de Alex, su emoción cuando volvía del trabajo, su sonrisa mientras me veía comer lo que había cocinado para mi, sus pucheros cada que no podía mimarlo por estar ocupado con algún reporte, sus miradas de amor que según él no notaba, su rostro mientras le hacía el amor, cada detalle suyo estaba grabado en mi mente, y venían a mi en forma de sueños, y a veces, me golpeaban de lleno.

Hubo momentos en los que simplemente me derrumbaba, y quedaba completamente roto por no tenerlo más a mi lado.

Al inicio Daerim se preocupaba mucho, pero conforme pasó el tiempo y al ver que cada vez pasaba lo mismo, solo apoyaba su mano en mi espalda, para luego abrazarme y acariciar mi cabeza, como si fuera un pequeño niño que había perdido lo más grande en su vida.

Y así había sido.

Había perdido a Alex, que era mi todo.

Daerim había sido bastante comprensiva conmigo durante todo este tiempo, porque sabía que sufría y me martirizaba cada día.

Aun no podía entender cómo había sido tan idiota como para dejarme llevar por mi naturaleza, solo porque el destino me había unido a una persona que en ese momento era una completa desconocida.

Había lastimado a la única persona que había amado genuinamente, y eso no me lo perdonaría nunca.

Mi peor error había sido ese, y luego solo vinieron uno detrás de otro.

Dejándolo en la calle completamente solo, olvidando el teléfono en la casaca que dejé con Daerim cuando fui a buscarlo, no llamándolo en cuanto regresé a la mañana siguiente, ni enviándole ese mensaje que aun seguía grabado en el teléfono.

La siguiente vez que lo vi seguía igual de hermoso, pero estaba herido.

Me preocupé, pero no podía solo tratarlo como siempre lo había hecho, porque lo había lastimado y podía notarlo en su mirada, así que solo no pude preguntar más.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora