Capítulo 29

1K 154 85
                                    


- ¿Qué te parece este? – Preguntó John por tercera vez.

Era un apartamento espacioso, y de una u otra manera entraba en mi presupuesto.

Habíamos visitado dos apartamentos hasta ahora, los que habían sido solo un desperdicio de nuestro tiempo, ya que por más que le había dicho al primer chico que necesitaba uno barato, nos había estado llevando a lugares demasiado caros y lujosos. Por más que les repetí que necesitaba uno pequeño y cómodo, volvió a mostrarme otro sofisticado.

Cuando llegamos al segundo y vi lo mismo, me detuve en seco y lo llamé. El tipo había volteado inmediatamente, mientras John solo me observaba.

- Te pedí uno simple y no tan caro. Si no tienen uno así, entonces dímelo de una vez para terminar con esto.

Vi cómo tragó y se las arregló para sonreír.

- Deme un minuto por favor.

El tipo se había dado media vuelta, alejándose un poco de nosotros. John solo le lanzó una mirada de disculpa y me empujó suavemente con el codo.

Me había insistido en que me disculpara por tratarlo mal, por lo que me acerqué de mala gana, pero cuando lo hice, murmuraba algo sobre que los dominantes creían tener el mundo a sus pies, y que todos éramos unos ricachones.

Casi reí ante su comentario.

Siguió balbuceando cosas, como si fuera la única persona en el mundo y nadie pudiera escucharlo.

Fruncí el ceño. ¿Que tengo el mundo a mis pies? Sí, claro.

Le solté mis feromonas sin obtener respuesta, olvidando que era un beta.

- No lo tienes entonces, ¿no? – Dije en tono molesto, haciendo que volteara hacia mi.

Había girado sobre mis pies e ido hacia John, quien alzó una ceja hacia mí.

- Vámonos de aquí.

Era cierto que la mayoría de alfas y omegas dominantes tenían un buen puesto o provenían de buena familia. Incluso yo venía de una buena familia, pero esa misma familia fue la que hizo que estuviera donde estoy ahora.

No sabía que aún había gente que creía algo como eso.

Al final, regresamos todos a la oficina por insistencia de John, quien quería calmar las aguas. Allí, le dije al dueño que no quería que ese tipo siguiera atendiéndonos, por lo que se disculparon y nos cambiaron de chico, quien sí hizo caso a mi petición.

- Me gusta. – Sentencié al llegar al primero que nos llevó. Aun tenía mis dudas, pero si seguía así nunca encontraría uno.

Froté mis ojos, aunque no estaba cansado.

En la mañana me había vuelto a dormir, así que había dormido bastante, y John igual, porque aún con todo el movimiento que hice no había abierto ni un ojo.
Habíamos desayunado en casa de sus padres para luego venir en busca de mi apartamento, y así fue como llegamos a este lugar, que quedaba relativamente cerca del café.

- Este parece estar bien. ¿Cuando podría traer mis cosas? – Pregunté al hombre guía para terminar rápido.

- Déjeme revisar. – Levantó las hojas de su cuadernillo y se puso a buscar la información.

- En unas dos semanas estaría libre si lo separa hoy.

Hice una mueca.

- Solo lo alquilaré, no lo compraré. ¿Para qué tanto tiempo? – Alcé una ceja hacia el tipo, quien se quedó con la sonrisa congelada.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora