Capítulo 46

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En cuanto llegué a la casa, resoplé en la entrada al oír la bulla que estaban haciendo y saqué mi llave.

- ¿Ya lo notaste?

Giré dando un respingo, encontrándome con David cruzado de brazos a un lado de la entrada.

- ¿Qué haces aquí? – Pregunté, bajando la llave y yendo hacia él.

- Te esperé aquí porque los idiotas de ahí decidieron hacer noche de karaoke de nuevo, y no sabía si querrías estar aquí o preferirías, no sé, solo ir a alguna otra parte como siempre.

Quedaba una semana para Navidad, y al parecer aquí se dedicaban a celebrar absolutamente todo.

Lo pensé por un momento, pero ya era hora que al menos estuviera en un karaoke con ellos.

En cuanto entramos y nos vieron, hicieron una ovación exagerada desde el suelo, a lo que reí.

Estaban todos alrededor de la mesita de centro, donde habían frituras y cerveza en la mesa, recalcando que era una casa digna de estudiantes universitarios.

Nos sentamos en el suelo también, escuchando cómo cantaba Mateo. Luego de un par de cervezas y canciones, Rodrigo me pasó el micro.

Lo tomé, mirándolo unos segundos.

No sabía qué podía cantar, si ni siquiera era de oír música.

- Ah, él cree que puedes cantar bien porque tienes una voz suave. Ya le dije que es un idiota, pero sigue insistiendo, así que solo aguántalo. – Comentó Manu, refiriéndose a Rodrigo.

Busqué entre las canciones y encontré una que había escuchado en la cafetería, aunque más abajo estaba la que oí cuando David me prestó su teléfono para supuestamente calmar mis nervios en el examen.

Lo pensé por un segundo, decidiéndome por la primera.

- ¿Estabas decidiendo entre It's you y Beautiful soul? ¿De verdad? – Se burló, aunque él era quien escuchaba ese tipo de canciones, porque estaban en su lista.

Me encogí de hombros y me prestó su teléfono para escucharla un par de veces más y al menos recordar el tono y en qué momento cantar. Como estaba tardando, Rodrigo tomó el micro, dedicándose a cantar una balada bastante sufrida, mientras Mateo movía los dedos al son de la música y Manu se reía de él.

Cuando terminó me pasaron de nuevo el micro y pusieron la canción, con Rodrigo mirándome con atención.

Le di un vistazo y lo ignoré, comenzando a cantar.

Era una canción que en cierto modo me recordaba a los sentimientos que intentaba dejar atrás, así que solo canté, ignorando el pequeño hincón en el corazón.

Me estaba equivocando en varias partes, pero en la segunda estrofa sentí que lo hice mejor.

Cuando terminé, respiré hondo y sonreí ligeramente, luego pasándole el micro a David, quien solo me miraba.

Alcé una ceja hacia él, y de pronto Manu se lanzó contra mi, sacudiéndome de los hombros.

Al principio me quedé congelado, pero poco a poco me calmé, metiéndome en la cabeza que no tenía nada de malo, solo estaba emocionado.

- ¡Cantas muy bien! ¡El idiota de Rodrigo tenía razón!

- ¿Los dominantes son perfectos o qué? – Por fin habló David, por lo que lo miré divertido.

Tenía demasiadas imperfecciones, así que no era para nada cierto.

- Ya, ya, – Los calló Mateo, moviendo los brazos a los lados exageradamente. – Le toca a David.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora