Capítulo 70

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NOTA: 😏❣️

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- ¿A dónde te gustaría ir después? – Preguntó John mientras acariciaba mi cabello. Mantuve los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.

- No lo sé, ¿Chuncheon, Gyeongju, Jeonju, Busan? – Respondí distraído.

- Elige uno. – Rió John.

Solté un quejido y no respondí.

Había pasado más de año y medio estudiando el idioma, atareado con todo lo relacionado al intercambio y la cultura, planeando todo, y ahora que estaba aquí ya no quería pensar más en eso, al menos no por ahora.

Solo quería disfrutar de la compañía de John, porque Marcia se había pasado casi dos semanas estorbando aquí, hasta que logré meterla en un tour que duraría hasta el día que le toca regresar, así que por fin podíamos estar solos.

Ahora solo estaba acostado boca abajo en la cama, mientras John estaba medio girado hacia mí al lado, jugueteando con mi cabello.

Él había sido el de la idea de conseguir un lugar juntos mientras estuviera aquí, cosa a la que por supuesto accedí sin titubear, así que habíamos estado conviviendo desde mi llegada, y cada día era solo mejor que el anterior, al menos hasta que Marcia llegaba de su hotel a molestar.

Giré la cabeza hacia él para observarlo un poco.

La luz que entraba por la ventana le daba directamente, iluminándolo. Estaba con la mirada fija en lo que hacía en mi cabello, y cuando nuestras miradas se cruzaron, sonrió.

- ¿Qué?

Oculté parte de mi rostro bajo el brazo.

- Nada.

Su sonrisa se ensanchó y volvió a lo suyo.

A partir de ahora no nos aparataríamos más, lo que significaba que ya no habían más excusas para que no me marcara, y comenzaba a sentirme nervioso.

Sus dedos se deslizaron hacia mi nuca y volvieron a subir, como siempre hacía, mis ojos yendo hacia sus labios.

Si me marcaba, estaríamos unidos de por vida.

Tragué e intenté distraer mi mente, queriendo ver hacia otra parte que no sea él, pero sin querer terminé viendo hacia su cuerpo.

Estaba sin camiseta en pleno invierno en Corea. O tenía la sangre muy caliente o confiaba demasiado en la calefacción.

Aun así, gracias a eso podía disfrutar de la vista. Relamí mis labios y pasé la vista una y otra vez.

Jamás me cansaría de esto.

Dejó de mover su mano y la puso en mis ojos.

- ¡Oye! – Me quejé, quitándola.

John estaba ligeramente sonrojado, aunque no quitó su sonrisa.

- Perdón, pero la forma en que me miras es un poco... – Apartó la mirada y rascó su frente, avergonzado.

¿Podía ser más lindo?

Levanté el torso, inclinándome hacia él para darle un beso, colocando una mano en su pecho para empujarlo ligeramente hacia abajo y aprovechando para subir sobre él.

Apoyó los codos en el colchón, dándome un vistazo en cuanto me aparté.

Solo me observó con una sonrisa, contagiándomela.

- ¿Qué? — Pregunté.

- Nada. — Alzó una mano y acarició mi cabello. — Solo aprecio tu belleza. — Agregó, pasando su mano hacia mi nuca y acercándome a él para seguir con el beso.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora