Capítulo 63

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NOTA: Como que hace calor, ¿no? 😏 [Las notas serias quedaron en el olvido, ¡perdón!]

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- John.

- ¿Hm?

- Basta.

Soltó una risilla y no pude evitar darle un vistazo. Estaba sentado en la cama viendo hacia mi, y en cuanto nuestras miradas se cruzaron su pequeña sonrisa se agrandó.

Quería ir a su lado justo ahora, pero necesitaba terminar uno de los trabajos de fin de semestre, y ese chico no paraba de soltar sus feromonas adrede, las que me estaban afectando más de lo normal hoy.

Podía decirle que si estaba aburrido solo se fuera, pero seguramente no me haría caso como los días anteriores, y tampoco quería que lo hiciera.

Volví la vista a la laptop, pero ya no podía concentrarme, y de todas formas no me faltaba mucho.

Hice un pequeño puchero, poniéndome de pie y yendo hacia él.

Enseguida se enderezó con una sonrisa, y no pude evitar hacerlo también.

- Voy a reprobar por tu culpa. – Me quejé, pasando mis brazos sobre sus hombros.

Rodeó mi cintura con los brazos, atrayéndome hacia él.

- Solo un segundo. – Murmuró, besándome.

Intensifiqué el beso de inmediato, pegándome más a él hasta que tuvo que poner una mano atrás para no caer en la cama, fallando y comenzando a reír.

Subí las rodillas a la cama, quedando sobre John.

Me incliné besando su cuello y llenándome de sus feromonas.

- Alex, ¿tu trabajo? – Lo oí decir, por lo que rodeé los ojos.

Llevé una de mis manos hacia su abdomen, pasándola bajo su camiseta para poder tocar su piel.

- Era un segun-

- Shh. Tú me provocaste.

Me reincorporé solo para quitarme la camiseta, relamiendo mis labios e inclinándome para besarlo, luego tomando la base de su camiseta para alzarla.

Su sonrisa se ensanchó, quitándosela él mismo, para luego tomarme por la cintura y empujarme hacia un lado solo para quedar sobre mi.

- Supongo que tomaré la responsabilidad. – Susurró a centímetros de mi, dándome un beso, para luego seguir con lo que había estado deseando.

Sus padres habían insistido en que comprara el boleto lo más pronto posible, así que ahora solo teníamos un par de días más juntos.

Era algo injusto que tuviera que irse días antes que mis vacaciones comenzaran, pero no había de otra.

Al menos nos habían permitido estar juntos el mayor tiempo posible, e incluso se había quedado a dormir varios días a la semana. No creí que lo dejarían hacerlo, pero así fue. Seguramente lo hicieron porque no nos íbamos a ver por un buen tiempo, así que eso lo compensaba en cierto modo.

Bajó hacia mi pecho y esperé sentir sus besos ahí, pero solo apoyó la frente.

Llevé una mano hacia su cabello, oyendo que suspiraba.

Se levantó y recostó a mi lado con el mentón en la cama, luego girando hacia mi.

- ¿Qué pasa? – Pregunté al ver que no decía nada.

- Ah, solo quería hablar de algo contigo.

- ¿Ahora? – Pregunté. – ¿De verdad?

Soltó una risilla, apoyando los antebrazos en la cama y comenzando a mover los dedos con la vista fija en ellos.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora