Fue un beso corto y suave.En cuanto sus labios tocaron los míos, sentí una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
Tenía un sabor dulce.
No estaba seguro si se debía al pastel, pero era dulce.
Los mantuvo juntos unos segundos y luego retrocedió unos centímetros.
Mantuve los ojos cerrados un momento y los abrí un segundo después. En cuanto lo hice, me encontré con los ojos azules de John. Aun mantenía su agarre en mi mano, tomándola con delicadeza.
Tragué fuerte.
En un impulso moví la cabeza hacia adelante y justo en ese instante su teléfono sonó, sacándonos a ambos del trance. Giramos hacia su teléfono, rompiendo el contacto visual.
Parpadeé un par de veces y me solté de su agarre, abrazando el peluche. Mi corazón estaba latiendo demasiado rápido.
John tomó su teléfono y cortó. Giró nuevamente hacia mí y en cuanto lo hizo, su teléfono volvió a sonar.
- Contesta, debe ser importante. – Le aconsejé, aunque solo no quería que me viera justo ahora.
Me había movido hacia él cuando nos separamos, había querido más.
Apreté mi agarre.
John suspiró pesadamente y contestó.
En cuanto lo hizo, se escucharon voces preocupadas hablando demasiado alto al otro lado de la línea, haciendo que John alejara el teléfono unos centímetros de su oído. Por la voz, podía decir que eran sus padres.
Pude entender solo un 'dónde estás' claramente, pero el resto no pude entenderlo.
- Está todo bien, tranquilos, perdón. – Respondió John, sobando su cabeza.
En cuanto lo dijo, el volumen de sus voces bajó de inmediato y no pude oír más.
- Sí, sí. Sip. No es así. Sí. Bien, voy entonces.
Colgó y suspiró.
- Los amo, pero son demasiado sobreprotectores. – Comentó, haciendo que riera un poco.
- Eso es lindo. – Dije sonriendo. Esa llamaba había ayudado a que me calmara.
Giró a verme y mi sonrisa se congeló.
Abrió la boca para decir algo, pero no quería escuchar nada ahora, así que aparté la mirada hacia la torta.
- E- Entonces debería cortar un pedazo para Steve y puedas llevar el resto a tus padres.
Me puse de pie como pude, dejando el peluche en la cama y yendo a cortar el pastel.
- Tú ve metiendo los bocaditos. – Le ordené, al ver que quería decir algo.
Al final, terminé cortando dos trozos. Uno para mí y uno un poco más grande para Steve. El resto lo dejé en la base y coloqué la tapa trasparente para que John pudiera llevárselo.
Mientras tanto, John había tomado una de las cajas de los bocadillos y metido unos cuantos para llevarse, y el resto los había puesto en una sola fuente.
- ¿Está bien ahí? – Preguntó, mostrándome la cantidad que había guardado y señalando la bandeja.
Había suficiente para Steve y para mí, así que asentí.
Tomé una de las cajitas de bocadillos también y coloqué el trozo de pastel para Steve junto a los bocadillos. Luego, lo metí en una bolsa para poder llevarlo más fácil.
ESTÁS LEYENDO
Predestinados (Omegaverse)
Novela JuvenilLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...