Capítulo 47

915 123 91
                                    


NOTA: Este capítulo contiene... Una escena sensualona y algo explícita (? jajaja En fin, lee hasta donde creas correcto :)

——————————

- ¿De verdad se irán? – Preguntó Dalia, haciendo un puchero.

Sonreí ante eso y asentí.

Me habían invitado a pasar Navidad y Año nuevo en la casa de playa de los padres de Manu, y decidí aceptar porque era una oportunidad que no se presentaba todos los días.

- Prometo que el otro año lo pasaré con ustedes, ¿bien? – Dije como disculpa, ganando una sonrisa comprensiva de la omega y varios asentimientos de cabeza del dueño, mientras que Dalia negaba con la cabeza.

- No es justo, al menos invítenme. – Se quejó.

Negué con la cabeza, por lo que hizo un mohín.

- Solo puede llevar chicos. – Respondí, tomando un sorbo de mi chocolate caliente.

- ¡Es que no tiene sentido!

Reí ante eso, porque tenía razón, pero al parecer sus padres sabían que Manu solo iba tras chicas, así que solo le prohibieron eso si iba más de dos días.

Había ido a darles sus regalos por Navidad, y la omega había aprovechado para invitarnos a desayunar antes de irnos, aunque David no se pudo quedar porque, como siempre dejando todo para el final, no había terminado con su maleta.

- Está bien, eres joven y quieres divertirte, lo entiendo. – La omega suspiró sin quitar su sonrisa. – Diviértanse y no se preocupen, ya sabes que aquí les cubrimos el turno.

Le devolví la sonrisa, pasando el pedazo de pan que acababa de meter a mi boca.

- Muchas gracias.

Dalia seguía con un puchero, y no sabía si era porque no la habíamos invitado o solo porque no quería que fuera con David también.

Al día siguiente de su declaración, cuando fui para mi turno en el café, David solo se acercó a mi, agachándose y dándome un beso en la mejilla.

Dalia abrió la boca de par en par, y luego de empujarlo y reclamarme por no apartarlo, comenzó a llenarnos de preguntas al verme apartar la mirada.

- Bueno, ya. – David solo se acercó, colocándose a mi lado. – Primero, deja de gritar como loca. Segundo, estamos intentando que funcione, no estamos en una relación aun. – Aclaró. Me dio un vistazo, alzando el dedo para darle un toquecito a mi mejilla. – Y tercero, – Hizo una pausa. – ¿Acaso te afecta?

Dalia comenzó a echar fuego por la boca, pero ya no podía decirle nada, después de todo David ya lo había hecho. Al final solo suspiré, dejándolos pelear como siempre.

Después de eso, Dalia parecía estar en un dilema con ella misma, sin saber si debería apoyarnos o intentar separarnos, aunque al final solo se dedicó a observarnos sin decir nada, siempre viendo con cierto recelo hacia David, quien por supuesto no perdía la oportunidad para hacerla enojar.

Nuestra rutina no había cambiado mucho, pasando casi todo el día juntos ya que eran vacaciones y además vivíamos en la misma casa.

Su coqueteo era bastante gracioso la mayoría del tiempo, y siempre terminaba riendo, con él quejándose porque según él era grosero que lo hiciera.

Terminé de comer y me despedí de todos, yendo hacia la casa para irme con los chicos.

Cuando llegué, Rodrigo ya había llevado el auto de su primo e incluso habían metido sus cosas dentro.

Predestinados (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora