Desperté temprano como siempre, así que me quedé acostado.Luego de habernos despedido, había entrado al hotel y subido a mi habitación.
En cuanto me lancé a la cama, recibí un mensaje de John diciéndome que sería a la misma hora que la vez anterior, solo que ahora me recogería en el hotel.
Le había respondido con un 'Ok.', recibiendo un sticker de un perrito con el dedo alzado y las palabras 'ok' a su lado.
Pensé en lo que había pasado, con John acercándose de esa forma. Lleve una mano al pecho al sentir unos latidos involuntarios y una sensación extraña. Lo había sentido antes, de eso estaba seguro.
Mis excusas fueron demasiado vagas, pero al menos habían servido para evitar sentirme incómodo frente a él.
Respiré hondo e intenté restarle importancia nuevamente, comenzando a dar vueltas en la cama, aburrido.
Desde aquella vez de lo sucedido con Matt y su omega, había dejado de usar el teléfono casi en su totalidad, solo para ver el calendario del celo, la hora y los mensajes de John.
Tampoco solía ver televisión, así que solo me limité a rodar en la cama hasta caer dormido.
En cuanto desperté, tomé el teléfono para ver la hora.
Eran las siete de la mañana.
Resoplé y me levanté. Fui al baño y tomé una ducha.
Me quedé dentro todo el tiempo que pude, intentando relajarme. Hacía mucho que no lo hacía, ya que Matt solía quejarse en que me apresurara con la excusa que me extrañaba, aunque sabía que era porque gastaba mucha agua.
Cerré los ojos y sonreí ante ese recuerdo.
En realidad, odiaba gastar agua solo porque sí, pero lo hacía por él. Cada vez que tardaba, me decía que me extrañaba para que saliera, lo que hacía que saliera rápidamente, ganando un abrazo y unos besos, haciéndome reír. Algunas veces, cuando quería molestarlo y no salía luego de eso, entraba a la ducha y me sacaba, atrayéndome hacia él mientras reíamos, para luego terminar en la cama.
Sentía el agua caer por mi rostro, mientras mi mente era invadida por muchos recuerdos de mis días con Matt.
Mantuve los ojos cerrados durante todo ese tiempo, hasta que decidí que había sido suficiente.
Bajé la cabeza y cerré el caño. Me sequé, cambié y salí del baño.
Cuando fui a tomar mi teléfono, lo encendí y vi la hora.
Eran las nueve y cuarto.
Habían tres llamadas perdidas de John, además de unos mensajes.
Abrí los ojos, sorprendido de haber pasado un poco más de dos horas en la ducha. Me sentí mal por haber gastado tanta agua, además de aumentarles el recibo de agua del hotel.
Tomé la casaca y el celular.
Escribí como pude una disculpa, avisándole que ya bajaba, y para cuando lo envié, ya estaba a mitad de las gradas, corriendo.
En cuanto llegué a la recepción, encontré a John conversando con el beta.
El chico reía por algo que John le estaba contando.
Me tomé unos segundos para recuperar el aliento, apoyando las manos en las rodillas. Había bajado corriendo las escaleras desde el piso siete y estaba sin aire.
Volví a echarles un vistazo y ahora el beta me miraba. Señaló hacia donde estaba para que John volteara.
Antes que siquiera llegara a verme, me puse derecho intentando controlar mi respiración y le sonreí.
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Predestinados (Omegaverse)
Novela JuvenilLos predestinados son solo un cuento de hadas, pero cuando su pareja alfa se encuentra con su omega predestinada y le regala la marca que él tanto había anhelado por años, Alex lentamente comienza a odiar a los alfas y al destino. ¿Será que este ome...