❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

C u a r e n t a y o c h o

"Esta bien si incluso me haces daño; cuanto más me apresures, mejor.

Su mirada se paseaba entre las hermosas flores del jardín de palacio. El viento fresco chocando contra su rostro, meciendo sus rubios cabellos suavemente hacia un lado. Sus manos se mantenían sobre sus piernas, su espalda recta y en su rostro una sonrisa amable.

Él y su invitada se encontraban sentados en una mesa en el jardín este. Yang Misuk se encontraba sentada a su lado, sonriendo mientras veía a una sirvienta pasear a los lejos con un niño que parecía ser su hijo. En las manos de la joven se encontraba un abanico; cerrado, pues no era necesario al tener tan fresco viento golpeando el reino.

— Hubiera sido hermoso que la señorita Kang Sooyoung estuviese aquí. — murmuró Jimin al ver a la chica mirar suspirando la silla vacía donde se sentaría la otra mujer.

— Si... hubiera sido hermoso... — respondió de la misma manera Yang Misuk para luego regresar su mirada al omega a su lado, sonriendo al verle cerrar sus ojos y disfrutar de la calma.

Im Nayeon se acercó con una bandeja en sus manos, trayendo galletas y té. La omega dejó todo sobre la mesa, sirviendo mientras escuchaba al par murmurarse cosas y luego reír. Una sonrisa surcó sus labios al escuchar a su señor reír. Había extrañado aquella faceta del joven Omega de su Rey, lo habia extrañado mucho.

— Gracias, Nayeon. — dijo Misuk sonriendo para luego morder una galletita, suspirando y cerrando sus ojos al sentir su exquisito sabor. — ¡Es deliciosa! ¿Quien las cocinó?

La omega miró por sobre su hombro — Las hizo Hyesung — respondió mientras señalaba con la mirada a la otra chica, quien agachó la mirada y cerró sus ojos con fuerza.

— ¿Enserio? ¡Están deliciosas! — exclamó para luego tomar otra de esas galletas y mirar al 4ubio a su lado — ¿Usted que piensa, majestad?

Jimin sonrió hacia la sirvienta que había cocinado aquellas galletas — Están deliciosas Hyesung, gracias.

La mencionada alzó la mirada sólo para volverla a bajar de golpe. Jimin frunció su entrecejo al verla temblar, iba a preguntarle si se encontraba bien cuando el sonido de unos pasos y una figura acercándose le distrajeron.

Kang Joohyun llegaba caminando lo más rápido que podía. Su largo vestido morado siendo alzado con delicadeza mientras sus tacos sonaban contra el suelo, llegando hasta donde el otro par se encontraba. — ¡Majestad! — chilló Sooyoung al llegar hasta el omega — Misuk — saludó — y-yo... lamento la demora...

Yang Misuk tomó a la recién llegada del brazo y la sentó en la silla vacía, a su lado. — Me alegro que haya podido venir, Joohyun. — le dijo Park Jimin.

La mencionada sonrió — Tuve algunos... inconvenientes para llegar. Además, mi alfa estaba renuente a dejarme salir. Por... ustedes ya sa-saben... — murmuró la chica nerviosa.