S e t e n t a y u n o

1.3K 113 23
                                    

"Ya no tienes que estar triste, siempre estarás en mi corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Ya no tienes que estar triste, siempre estarás en mi corazón."



La mañana de invierno les daba la bienvenida con los primeros rayos de un débil sol que se asomaba detrás de las espesas nubes grises.

La nieve cubría todo, convirtiendo aquello en un hermoso paisaje blanco digno de ser retratado en un lienzo. Estaban en la época más cruda del invierno. Enero siempre se sentía muy frío esos días.

Pero jamás se había sentido tan frío para el alfa, quien sentía que la sangre escapaba de su cuerpo debido a la preocupación.

Su lazo estaba tenso, sólo permitiendo que la preocupación, angustia y miedo se sintiera. Aunque esos sentimientos contrastaban enormemente con la tranquilidad que su pareja buscaba transmitirle.

El omega se terminó de lavar la boca con algo de agua y luego se secó el rostro con una pequeña toalla. — Está bien, alfa, estamos bien. — susurró mirando a través del espejo del baño a su pareja.

Se giró sobre sus talones y encaró a su alfa. Se esforzó por darle una pequeña sonrisa a la par que sentía como el contrario le rodeaba con sus brazos cuidadosamente.

Apoyó su peso contra el cuerpo de su pareja, cerrando los ojos mientras inhalaba el aroma de su alfa en un intento por quitar el dolor de cabeza y el mareo que le atacaba sin piedad.

Estaba en el cuarto mes de embarazo y los síntomas que no había presentado al inicio ahora golpeaban su cuerpo.

Las náuseas matutinas se habían vuelto una rutina para la pareja, donde el omega terminaba vaciando su estómago por completo y el alfa se encargaba de estar a su lado en todo momento. No podía hacer más que brindarle algo de apoyo, eso le molestaba de sobremanera.

Luego estaban los mareos y dolores de cabeza. Oh, cuánto odiaba éstos últimos. Aunque no era demasiado fuertes y seguidos, para el Omega eran una verdadera tortura. Estaba acostumbrado a que su cabeza doliera debido a los momentos en los que se veía obligado a usar magia o cuando había algo molestándolo insistentemente, pero la historia era otra en esos momentos. No había magia. Mucho menos algún tipo de persona molestándolo. Eran los simples síntomas que le aseguraban que su pequeño rayito de sol se formaba en su interior.

Escondió su rostro en la curvatura del cuello de su pareja al momento en que su pareja lo cargó en silencio. Sus brazos rodeaban su cuello y sus piernas se mecían con gracia en el aire.

Madera, menta y un toque de naranja. La combinación perfecta para él.

Fue dejado con cuidado sobre el borde de la cama, quedando sentado. Cerró sus ojos con lentitud al momento en que sintió el roce de los labios de su alfa sobre su frente.

— Iré a pedir que traigan algo para que comas ¿si? — susurró ronco el alfa, acomodando los cabellos dorados de su amado.

Asintió en silencio y le vió alejarse hasta salir de la habitación.

❝REMEMBER❞ [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora