S e t e n t a y o c h o

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"Tus recuerdos no son tu destino."





El sonido de la pluma rasgando el papel con parsimonia era lo único que se escuchaba en aquel cuarto.

Soltó un suspiro cansado y alzó la mirada, sonriendo inevitablemente ante la imagen de su cachorro durmiendo tranquilamente en la pequeña cuna que se había colocado ahí, donde pudiera cuidarlo mientras trabajaba.

Se recostó sobre el respaldo de la silla y estiró sus brazos mientras un leve quejido de cansancio abandonaba sus labios entrecerrados. En dos días se realizaría una celebración por su cumpleaños en Palacio y las tantas cosas por realizar podrían volverlo completamente loco en cualquier momento.

"¿Todo bien?" preguntó su alfa a través del lazo, quizá sintiendo su poco malestar.

No pudo evitar soltar una risita antes de enderezarse en su lugar.

"Sí, alfa." contestó obedientemente, sabiendo perfectamente que su pareja sería capaz de abandonar lo que sea que estuviera haciendo sólo para ver si realmente estaba bien si no contestaba.

Miró directamente la cuna a pocos metros de distancia al escuchar unos suaves balbuceos. Se puso de pie y se acercó, sonriendo inevitablemente al ver a su cachorrito de ojos verdes buscándole con la mirada.

Jijoon no tardó en reconocerlo y soltar un pequeño grito mientras alzaba los brazos y comenzaba a conversar con él en busca de su atención. El omega lo tomó en brazos y lo pegó a su pecho con cuidado, dejando que su niño se acurrucara contra su cuello mientras él caminaba de regreso a su escritorio.

Lo dejó sentado sobre su regazo y lo giró con suavidad, apoyando su espalda contra él mientras sujetaba su cuerpo con firmeza pero sin llegar a dañarlo, habiendo descubierto que a su pequeño le encantaba mirar lo que sea que estuvieran haciendo a su alrededor.

— ¿Te gusta? — preguntó riendo al ver cómo el cachorro intentaba tomar la pluma con la que antes escribía.

Al escuchar un nuevo grito por parte del pequeño no pudo evitar bufar antes de tomar la pluma y alejarla aún más. Al notar cómo su nueva distracción se alejaba, Jijoon comenzó a removerse en su lugar, intentando alcanzar aquella cosa oscura que parecía suave al tacto.

— No, Jijoon, la última vez casi te la metes a la boca. — murmuró Jimin más para sí mismo que para el cachorro que no parecía querer entender.

El pequeño soltó un quejido ahogado que amenazaba con convertirse en un sollozo y luego en un llanto molesto.

Jimin apretó los labios y lo alzó con cuidado, meciéndolo mientras veía esos caprichosos ojos verdes comenzar a humedecerse mientras los primeros lloriqueos comenzaban a escucharse.

❝REMEMBER❞ [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora