❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

C u a r e n t a y c i n c o

"No quieres que te hagan daño, así que me hieres tu primero."

Se removió incómodo. Un suspiro abandonó sus labios. Estiró su cuello y frunció su ceño al ser incapaz de mover sus brazos. Movió a duras penas sus manos, abriendo los ojos de golpe al sentirlas chocar contra el pecho de una persona.

Aguantó la respiración sin ser consciente. Frente a él se encontraba el Rey de Kusan, abrazándolo con fuerza aún dormido.

El omega pestañeó repetidas veces, intentando pensar con claridad. Intentó zafarse del agarre del alfa, recibiendo un gruñido por parte del somnoliento rubio.

Era suficiente.

De un empujón, apartó al alfa. El rubio no pudo reaccionar cuando se sintió caer de la cama, terminando sentado en el frío suelo.

— ¿Qué demonios haces aquí? — preguntó furioso el mayor.

Kim Taehyung miró con el ceño fruncido al omega — Antes que nada, buenos días.

El alfa suspiró. Los rojos cabellos del mayor estaban desordenados, sus mejillas rojas ya sea por la rabia o la vergüenza, sus ojos mirándole fijamente. Vestía exactamente igual que en la fiesta, se veía simplemente hermoso. Quitando el hecho que parecía querer matarlo, claro.

— ¿Buenos días? ¿Que demonios hace aquí, rey estúpido? — preguntó Jung Hoseok perdiendo poco a poco la paciencia.

Una sonrisa se asomó por el rostro del rubio, sus ojos azules observando fijamente al omega mientras se levantaba lentamente — Estaba durmiendo — respondió con simpleza.

Hoseok frunció los labios para luego apuntar hacia la puerta con su dedo índice — Largo — ordenó.

— Hyung, ¿olvidas que estás en mi palacio? No puedes echarme de-

— ¡LARGO! — gritó Hoseok mirando al alfa, apretando los puños con fuerza.

Taehyung relajó su rostro, acercándose hasta el omega, ignorando cualquier regla que éste hubiera puesto hace ya varios años. Ignorando la regla más importante: No tocar.

Estiró su mano y acarició por un breve segundo la mejilla del pelirrojo, siendo apartado de golpe. El alfa cerró sus ojos, intentando mantenerse tranquilo y no hacer una tontería. — No vuelvas a hacer eso.

— Entonces no vuelvas a tocarme. — gruñó el omega — Lárgate de aquí ahora, Kim Taehyung.

Aquello no había sido una orden, había parecido más una súplica. Y eso no hacia más que romper el corazón del alfa. Le dolía ver al omega apartarlo, pero le dolía más verle lastimado y no poder hacer nada. Aquel omega no le hablaría de todo lo que pasaba por su mente, no lo habia hecho antes y probablemente no lo haría nunca.