❝REMEMBER❞ [Yoonmin]

C i n c u e n t a y c i n c o

"Este dolor no tiene fin y mis lágrimas siguen cayendo."

Sus manos se dirigieron hasta el pequeño Kim Seokjoon de cuatro meses que permanecía boca abajo en el suave colchón.

El bebé permanecía apoyado sobre sus pequeños brazos mientras alzaba la cabeza y sonreía en dirección al chico rubio que le sonreía y movía una sonaja de madera en su dirección.

— ¡Por cierto! Ayer visité la Casa Común. Pregunté por el chico, ese por el cual preguntaste. — dijo Kim Seokjin mientras pasaba un trapo sobre los bordes de la ventana, limpiando.

Jimin alzó la vista del pequeño y miró al mayor, interesado en lo que tenía por decirle. — ¿Cómo está? ¿Sigue estando bien?

Seokjin asintió antes de darse la vuelta — Si, escuche que su hija también está creciendo bien. Parece que la pequeña no está enferma. Pero mantienen a la bebé alejada de su madre, para evitar que termine contagiada.

El omega de cabellos rubios frunció los labios. — Gracias. Lamento haber tenido que pedirle que visitara la Casa Común. — murmuró.

El mayor negó mientras reía — No es nada. De todos modos debía ir ayer, Min Yoongi me encargó re-ubicar a dos adolescentes sin hogar.

El más pequeño elevó un grito, fastidiado, al sentirse ignorado; aburrido, ya que su sonaja había dejado de hacer ruido. Los verdes ojos del rubio se dirigieron al más pequeño, agitando la sonaja más cerca de su rostro. Seokjoon empezó a reír mientras alzaba una de sus manos, intentando alcanzar la sonaja sin caer en el intento.

Kim Seokjin sonrió. Colgó el trapo en el cinturón de su pantalón y luego se acercó a su hijo. Le tomó por debajo de los hombros y luego lo pegó a su pecho, riendo cuando éste empezó a reír emocionado por ser alzado.

— ¿Te sientes mejor? — preguntó el omega de cabellos castaños mientras se sentaba en el borde de la cama, dejando a su pequeño contra su pecho.

Park Jimin asintió, entregándole la sonaja al mayor. — Si, gracias hyung.

— Si vuelves a sentir dolor de cabeza le dirás a Yoongi ¿entiendes? Es normal que te duela la cabeza durante el embarazo, pero debes decirle de todos modos.

Jimin asintió.

— Bien, me iré ahora. Este pequeño mounstruo pronto debe comer y luego debo dejarlo durmiendo. — murmuró Seokjin levantándose.

Seokjoon agitó sus manos mientras sentía como el chico de cabellos rubios y dulce aroma besaba su frente con cariño.

— Adiós, pequeño. — susurró Jimin, sonriendo.

Seokjin alzó su mano a manera de despedida — Nos vemos más tarde, vendré a ver cómo sigues luego ¿si?

— Está bien.